9. Cae la oscuridad.

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Lar's POV.

Nunca me había costado tanto detener un golpe. Mis pies se deslizan ante el vano intento de evitar salir disparado contra algún edificio. Cryptor se ha convertido en un mole demoledora. Incluso parece que perdió el poco libre albedrío que poseía. No es más que un conducto de materia oscura, siguiendo impulsos macabros.

Mi cabeza rebota contra el suelo, cuando no puedo seguir conteniendo más su enorme puño de metal. Me quedo atontado unos segundos, viendo avanzar su enorme silueta. Antes de los arreglos que Cybermad le hizo, era tres veces menor de estatura y mucho menos aterrador. Ahora, de sus brazos salen trozos afilados de metal, como cuchillas. Levanta uno de ellos, sobre mí, con la intención de aplastarme.

Ya he recibido bastante daño en ésta pelea, como para poder realizar una maniobra rápida. Mi ojo hinchado a penas me deja ver con dolor.

Junto mis manos, en lo que parece un último intento desesperado por detener a Cryptor.

No puede terminar así. No me voy a dejar vencer por ésta hojalata.

Por mis venas siento fluir un poder inigualable, el cual se extiende por mis extremidades, hasta llegar a las puntas de los dedos. Finalmente, sale expulsado en la forma de un poderoso taladro de agua.

La fuerza y la velocidad con la que fluye el líquido es tal que termina perforando el pecho de Cryptor. El nindroide se queda inmóvil unos segundos. Sus ojos no son más que cuencas oscuras y vacías. Se tambalea ligeramente, pero termina cayendo de cara contra el asfalto, inactivo.

Consigo mover las piernas para evitar el charco de materia oscura que brota del cuerpo de Cryptor. Me toma unos segundos recuperar la respiración, tras los cuales me pongo de pie, sosteniendo un costado de mi abdomen. Siento un fluido pegajoso manchar mis dedos. Aunque recibí daños en partes distintas del cuerpo, ninguna es una herida mortal.

Una columna de oscuridad procedente de la plaza me hace levantar la vista. No viene de la máquina, viene Nightmare.

—Maldición... —mascullo.

Tengo que ayudar a los ninjas. Sólo hay un problema; mis katanas están resguardadas en el edificio de Industrias Borg. Las necesito. Estoy algo débil para poder volver a usar mis poderes elementales.

Comienzo a dar traspiés hacia el interior del edificio, pero algo me detiene. Giro ligeramente la cabeza, hacia Cryptor. Hay algo en él que me llama la atención... pero no sé qué sea. Entonces, reparó en el charco de agua con círculos y óvalos negros, como aceite.

—¡Dios, negros! —exclamo, maldiciéndome a mí mismo por no haber notado eso antes.

La materia oscura es púrpura, no negra. Eso... eso tuvo que venir de una fuente distinta, más "pura". Sólo hay algo en el universo capaz de crear una materia tan maligna y concentrada, pero no tendría sentido, el Gran Tirano no está en "éste" mundo... ¿O sí?... ¿Y si la máquina del tiempo en realidad no es para traerlo al presente?... ¿Y si es para...?

—No puede ser... —miro con desprecio hacia el origen de la bruma oscura, cerca de la plaza—. Esto... lo cambia todo.

Mei's POV.

Ben tenía razón. Esto es una pesadilla.

Ésta habitación se ha convertido en una de las visiones más espeluznantes que he tenido en los últimos días. Podría haber alrededor de cincuenta personas infectadas con materia oscura, en celdas.

A penas consigo apartar los ojos para ver a Ben, quien tiene la cabeza erguida, evitando a toda costa ver su alrededor.

Avanzo con lentitud al pasillo central, en cuyos costados estás dispuestas todas las celdas. Me detengo en lo que considero, es el punto medio. Aquí, relajo los dedos de las manos y cierro los ojos.

Ninjago 3: Bajo Amenaza (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora