Prólogo.

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Había pasado un año desde el llamado de Winston para volver a Overwatch. Al principio creí que se trataba de una broma, ¿reiniciar una organización que tenía tanta mierda detrás? Los problemas políticos eran pocos comparados con los estructurales. Overwatch había caído por los mismos que la habían creado. Solo quedaba la mitad de los integrantes originales.

¿Cometerían los mismos errores? Era lo más probable.

Los últimos meses que estuve allá parecía que todo estaba realmente jodido. No estaba seguro de que la ONU y el gobierno permitieran el renacimiento de la organización que tanta corrupción había traído.

Blackwatch era su peor cara, los había dejado meses antes de su caída definitiva porque sabía que había algo extraño detrás de sus acciones, las misiones eran cada vez más ofensivas, actuaban bajo sus propias reglas y había un problema mayor detrás, su comandante.

En los últimos años, después de abandonar todo lo que tenía que ver con Blackwatch, me dedique a cerrar viejas heridas. La banda Deadlock ya era historia. Ahora simplemente me dedicaba a escapar de los caza recompensas que me buscaban por el precio de mi cabeza. Eran unos meses tranquilos en los que me pasaba viajando por todo Estados Unidos, llenándome de licor y tabaco con la única compañía de mi aliado fiel, Peacekeeper.

Estaba sentado fumando en una cabaña lejos de alguna ciudad del sur, cuando el celular en mi bolsillo me informó de la llegada de un mensaje. Solté una bocanada de humo.

Solo podía pensar en una persona que tuviera mi contacto, los demás estaban bajo tierra. Un pequeño rayo de esperanza pasó por mi mente, pero sacudí un poco mi cabeza ante la idea que me estaba formando, no podía ser él.

Saqué el celular y abrí el mensaje.

Mis ojos se fijaron rápidamente en el remitente y sonreí para mí mismo. Solo una persona tenía ese número, mi ninja favorito, Genji Shimada.

Mientras leía el mensaje, puse el puro en una mesa a mi lado, sobre un recipiente de cristal.

'McCree,

Han pasado años desde la última vez que hablamos. No me sorprendió saber que no habías respondido al llamado, pero debo admitir que tenía esperanza en que vinieras.

Medité durante meses el enviarte este mensaje o no. Tienes tus razones para no estar aquí, sin embargo, me vi obligado a contactarte. Los recursos con los que cuenta la nueva Overwatch no son suficientes para cumplir con su propósito, y los agentes son pocos.

Estoy tras la pista de un asesino, Reaper. Conozco mis capacidades, pero sé que necesitaré ayuda y eres la única persona a la que le confiaría mi vida. Por favor piénsalo.

Overwatch te necesita.'

"Que lo piense, dices" solté al aire, hablando conmigo mismo "¿Cuándo he podido negarte algo?"

Me levanté con un rápido movimiento mientras guardaba el celular, tomé el sombrero de la mesa que había a mi lado y pasé mis dedos por mi cabello organizándolo para luego salir de aquel lugar.

Era un largo camino para llegar a Gibraltar.

Just Don't [McHanzo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora