Capítulo 3

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La petición de Genji era más difícil de lo que parecía. Después de todo, pasaron dos días en donde no había visto ni al ninja, ni a su hermano. De hecho, aun no lo conocía en persona.

A quien sí conocí fue a los nuevos integrantes de Overwatch, una pequeña joven llamada Hana Song, quien era tanto celebridad como soldado en las fuerzas de Corea, y ahora estaba empeñada en ayudar en todo lo que se necesitara. No me gustaba ver a alguien que podría ser mi hija haciendo misiones de alto riesgo, y ella pareció leer mi mente sobre ello, pero se limitó a sonreírme con amabilidad. Lúcio, por el contrario, no parecía con gran intención de luchar, era bastante animado, activo, y se presentó como un audio médico, quien estaba compartiendo su investigación y trabajando junto con Mercy.

Reinhardt me saludó con un abrazo que casi rompe mis huesos. Briggite, Torbjörn y Mei habían salido días atrás para reparar las instalaciones del punto de Antártida.

Aunque Genji era la razón por la que estaba allí, me había pedido disculpas por tener que enfocarse en otra cosa. Ahora que los dos hermanos se habían reunido, pensaban terminar con el Clan Shimada de una vez, y reclamar lo que les pertenecía, esos últimos días se habían dedicado a recoger información para ello. Pospuso la misión de Reaper, pidiéndome que investigara por mi cuenta hasta que él terminara.

Seguí su orden sin objeción. Estaba recostado en una de las rocas cerca al acantilado, revisando en un holograma las noticias que tuvieran que ver con Reaper, pistas que sirvieran para saber al menos en que continente se encontraba, pero parecía que los últimos meses no estaba muy activo, prácticamente no había sucedido nada a lo que se le atribuyera la culpa.

Empecé a escuchar pasos detrás de mí. Muy sutiles.

"Te escucho Lena, no vas a asustarme" dije sin despegar la mirada de la noticia.

Cuando no oí respuesta, la curiosidad ganó y volteé mi cabeza para ver de quien se trataba.

Si, la última persona con la que quería hablar en ese momento. El gran hermano mayor Shimada.

Hanzo.

Tenía una ropa que solo había visto en Japón, los pocos días que estuve en una misión allí. Unos pantalones anchos que cubrían sus piernas y cerraban ahí con unas rodilleras metálicas, dejando ver el resto de sus piernas con una textura robótica. Los diseños en su ropa hacían que se viera costosa. Su vestuario solo cubría un hombro y tenía muchos detalles. Nubes y rayos se dibujaban en la tela, sujetados por un lazo azul que terminaba reposando en una de sus piernas, moviéndose levemente por el viento. Veía una fina tela dorada acentuarse en su hombro. Detallé el perfecto dragón que se enroscaba en su brazo firme y musculoso.

Debe estar bastante orgulloso de él, si va por ahí con medio cuerpo descubierto, pensé.

Lucía una barba perfectamente cortada. Su rostro mostraba el ceño fruncido, ligeramente sorprendido. Un pensamiento se repetía una y otra vez en mi mente.

Ese hombre era simplemente perfecto.

<Que bien Jesse McCree, ¿Ahora eres gay también?> sonaba en mi cabeza, una voz que conocía bastante bien. Aún muerto, él me perseguía para burlarse de mí.

"¿Me escuchó venir?" preguntó Hanzo, con un poco de sorpresa.

"¿Eh?" respondí saliendo de mi ensueño y evitando su mirada, las fotos de él parecían no hacerle justicia "Si, eh, pues si, ¿Por qué?"

<El gran Jesse McCree, quedándose sin palabras ante la presencia de un hombre, inútil> susurró la voz en mi cabeza.

Hanzo no respondió, parecía pensar algo muy seriamente.

Just Don't [McHanzo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora