Capítulo 3

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En el lugar equivocado

La imagen de sus padres muertos en el piso era algo que le robaba en sueño. Hace ya tres años se había topado con el culpable de sus pesadillas y en vez de poderlos vengar como debía su hermano le había dado una gran paliza, dejándolo en las mismas. Tenía más fuerza, inteligencia, y habilidades que cualquier genin soñara pero Naruto sin ninguna de esas habilidades podía enfrentarse mejor a sus enemigos.

—Itachi

Pensó y de su katana salió un gran relámpago de la rabia que tenía acumulada de tantos años, lastimosamente el techo no era lo suficiente fuerte para sus ataques de colera y se derrumbo.

—¡Sa. Sa. Sasuke-kun, te traje el desayuno!

Para su mala suerte estaba en su puerta alguien que era peor que la molesta pelirosa. A la pelirosa todavía la soportaba por que era un cerebrito además que en vez de matarla le producían ganas de protegerla. La pelirroja que se encontraba e su puerta se había quedado en shock al ver como había quedado la habitación pero rápidamente compuso la postura. Sus intenciones eran de seduccion y no de salir corriendo a pesar del temperamento que tenía su amado Sasuke.

—Puedo darte de comer si quieres.

Le dijo con una voz seductora pero que a él solo le producían náuseas. No iba a desayunar todavía aún era temprano, preferiría entrenar. Salió por el agujero que había echo en el techo del escondite y se marchó sin nisiquiera mirar atrás.

—¡Sasuke kun! espera.

Suigetsu entró a la habitación y tomó una tostada de la bandeja que le había preparado Karin.

—¡Que te pasa! Eso es de mi Sasuke.

Suigetsu mordió la tostada

—Mmm muy buena aunque te has pasado de sal zanahoria.

Karin se asustó y le arrebató la tostada a Suitgetsu. La había echo rápido y no se había percatado si sabía bien. La probo y voltio a ver a Suigetsu

—¡Mentiroso!

Suigetsu río con ganas, que tonta se lo había creído.

—Calmate, solo era una broma.

Karin tomó la bandeja para que Suigetsu no comiera más de ella.

—Kabuto nos pidió que cambiáramos sus pertenencias de habitación porque le tiene una sorpresa.

—¿Que clase de sorpresa?

—¡Oh ya la verás Karin!

Suigetsu salió de la habitación pensando en el porque esa serpiente se estaba tomando tantas molestias con Sasuke.

—¡Que suerte tiene!

O quizá no...

Lo Que La Serpiente Queria De SasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora