Lo Que La Serpiente Queria De Sasuke

Capítulo 20

Proteger al heredero

—Guardare el secreto sin necesidad que me amenaces.

Sasuke se dio la vuelta para salir de la habitación pero Karin lo detuvo.

—¿La quieres?

Sasuke se quedó parado unos segundos. Ni el lo sabia pero la tenía que proteger.

—Quizá

Sasuke salio de la habitación y paso rápidamente por la cocina antes de dirigirse nuevamente a su habitación. Sakura tenía que regresar a la aldea antes que se dieran cuenta del embarazo. No debía estar de mucho tiempo porque ella aún no se había dado cuenta.

—¿Sasuke-Kun?

Dijo Sakura cuando escucho como la puerta se abría y dejaba el paso a Sasuke. Quien puso una bandeja de comida en la mesa.

—Come, tienes un largo camino

Sakura se levantó y tomó lo primero que vio. Tenía mucha hambre por que se había saltado dos comidas por culpa del Kabuto.

—¿No piensas comer?

—No tengo hambre

Se le había pasado el hambre después de lo acababa de escuchar pero por lo menos Sakura estaba disfrutando su desayuno tranquila y se lo devoraba rápidamente. Debe ser por el bebé pensó.

—¿Te pasa algo?

Sasuke la vio mientras ella se metía un pedazo de fruta a la boca y sin pensarlo la tomo de sus dedos y se la metió a la boca.

—Eyy eso era mío

Sasuke le dedicó una sonrisa y antes que reclamara por algo más la tomo entre sus brazos y la beso. Sus brazos rodeaban la cintura de Sakura tan posesivamente que casi le robaban el aliento.

—¿Que haces?

—¿Porque tratas de seducirme con todo lo que haces?—

Sasuke la guió a su cama y suavemente se tendió encima de ella.

—No lo hago—chillo la pelirosa

Sasuke le saco la blusa por la cabeza besando la piel encima de su clavícula mientras sus manos tomaban sus pechos. Esos hermosos pechos de los cuales ya era adicto.

Sakura gimió de placer, Sasuke siempre había sido un amante generoso y sabía cómo hacerla responder a sus caricias. Sólo con ver esos hermosos ojos negros llenos de lujuria ya se le mojaban las bragas. Lo empujó sobre el colchón quedando encima de él y abrió sus pantalones dejando que el pene de Sasuke saliera sin ninguna vergüenza.

—Siempre me has complacido ahora me toca a mí.

Sakura tomo el miembro y se lo metió a la boca chupando mientras sus manos traviesas lo tocaban más abajo.

—¡Oh por Dios! ¡Sakura!

Sus manos arrugaban las sabanas por el placer de tener a Sakura chupando toda su longitud. Estaba apunto de llegar cuando tomo a Sakura por las caderas y beso su boquita traviesa. Sabía a gloria y eso lo excitaba más, le dio la vuelta para colocarse entre sus piernas y la penetro. Las embestidas eran profundas y hacían que la cama rechinara.

—¿No te gusto?

Pregunto la pelirosa entre gemidos.

—No tienes la menor idea de todo lo que me gustó.

Contesto el pelinegro metiendo una mano entre sus piernas para acariciar su clítoris. Sakura explotó en un orgasmo delicioso y Sasuke no tardó en seguirla. Apenas se estaban recuperando cuando el pelinegro volvió a hablar.

—Tienes que irte ahora.

—No me quiero ir

Sasuke puso una mano en su pecho para controlar su respiración y poder hablar.

—No hagas esto más dificil.

Sakura se levantó buscando su ropa para ponérsela.

—Porque siempre me alejas de ti.

—Es por tu bien

Sakura empezó a derramar lágrimas, le dolía que Sasuke la echara tan fácilmente de sus brazos.

—Los Cerezos se marchitan con la sombra. Necesitan los rayos del sol y un buen hombre que riegue sus raíces.

Sakura abrió lo ojos cuando se dio cuenta de lo que quería decir y se limpio las lágrimas con los brazos.

—Me estas tratando de lanzar a los brazos de otro. Esos en muy cobarde de tu parte.

Sasuke cerró los ojos al pensar a su ardiente pelirosa en brazos de otro pero no tenía opción y menos después de haber oído a Orochimaru.

—Te hice mi mujer sin sentimientos de por medio. Ahora es hora que te vallas.

En la habitación se oyó el tronido del puñetazo de Sakura en su cara.

—Te lo advertí aquel día. Te dije que no querías ser un juego.

—No Jugué contigo, yo nunca te prometí nada.

Sakura tomo un kunai que están encima de la mesa y se lo metió en un estuche que tenía pegado muslo.

—¡No vales la pena Uchiha!

Sakura salio corriendo dejando al Uchiha con una mano en la mejilla. No sabía que le dolía más el puñetazo o el corazon.