Todas las personas tienen un objetivo el la vida, un deseo. Puede ser conocido o bien oculto. Sakura tiene deseo que todos conocen, Sasuke un oculto y Orochimaru un propósito en común.
-¡Sasuke-kun!!
Sasuke sonrío maliciosamente
-Nos volvemos a en...
Sasuke se estaba poniendo la Aori cuando Suigetsu entró.
—Acaso no sabes tocar la puerta, no estoy de buenas.
Sugetsu camino por la habitación pensando en como decirle lo que tenía en el pecho.
—Escuché como le decías a Karin que no dijera nada del embarazo.
Sasuke cambio la expresión de su cara por haber sido tan idiota al dejar que dos personas escucharan su conversación.
—Cuando lo escuché me sentí extraño. Karin por fin había logrado lo que quería pero yo no estaba feliz.
Sasuke arrugo la frente
—Karin no está embarazada o por lo menos no de mi—dijo Sasuke
—Lo se, vi como echabas a Sakura de aquí y estaba dispuesto a vengarme. Pero ella se quedo parada pensativa y se llevó una mano a su vientre. Entonces supe que amenazabas Karin por el embarrazo de Sakura.
Sasuke cerró los ojos pensando en que Sakura era ninja medico y más temprano que tarde se enteraría de su embarazo.
—Entonces te diré lo mismo que le dije a Karin. Te mataré si dices algo.
Sugetsu se detuvo a las espaldas de Sasuke.
—Esta bien pero quisiera saber porque echas de tu vida a la hermosa pelirosa si lleva a tu hijo en su vientre.
—No es de tu incumbencia.
Suigetsu camino hacia la puerta cruzando los brazos en su espalda.
—Te diré algo, la única persona capaz de protegerlos eres tú. Créeme o puedes arrepentirte.
Dicho esto salió de la habitación y se dirigió a la de Karin. No iba a cometer los mismos errores de antes y menos los de Sasuke. Ella sabría de sus sentimientos y ella decidiría su destino...
.
—Laidy Tsunade
—Sakura, pasa.
Sakura entró a la oficina de la hokage.
—Me alegra verte. Me tenías preocupada porque desapareciste del consultorio.
Sakura inclino la cabeza.
—Me surgió un imprevisto
Tsunade respiro profundamente, su alumna venía desde hace varios meses teniendo salidas extrañas. No las había tomado a mal porque había sido en días libres pero esta vez había dejado el hospital y había desaparecido casi dos días.
—Sakura me preocupas, pasa algo que deba saber.
Sakura trago seco y su vista viajó a su vientre. Tenía que decirle lo de su embarrazo pero sin llegar a decir quién era el padre.
Tsunade cruzó sus manos esperando la respuesta de su alumna, la cual se ponia más nerviosa a cada segundo que pasaba.
—¡Estoy embarazada!
La hokage se levantó de su escritorio, su alumna preferida esta embarazada y saber de quien carajos.
—¿Como pudiste ser tan irresponsable? ¡Eres medico y sabes cómo cuidarte!
Sakura agacho la cabeza ocultando su lágrimas. Ya estaba harta de llorar pero las hormonas no le estaba ayudando.
—¿Quien es el padre?. Me intriga para que te halla hecho olvidar al Uchiha.
La pelirosa se mordió el labio, no podía contarle pondría en peligro a su hijo.
—¡Habla ya Sakura!
—No puedo decirle
—¿Porque no puedes Sakura?
Sakura pego un brinco cuando Naruto interrumpió en la oficina dejando a Tsunade más molesta de lo que ya estaba por la noticia.
—¡Naruto!
—¡¿Acaso no sabes tocar?!
—Yo fui el que se aprovechó de la debilidad de Sakura y no medimos los riegos. El bebé que ella está esperando es mi hijo.
Tsunade cerró los ojos mientras Sakura abrió los ojos desmesuradamente.
—Son unos idiotas imprudentes. Espero que la cuides y te hagas responsable.
—Asi lo haré sin dejar mis entrenamientos.
Tsunade tomo aire llegando sus pulmones, le alegraba saber que Naruto le estaba haciendo olvidar al Uchiha.
—Pueden irse y Sakura, tienes que regresar en unos dias. Yo personalmente me encargaré de tu embarazo.
Los dos asintieron y Naruto tomo a Sakura de la cintura y se la llevó.
—¿Naruto que hiciste?
—¿Tu que hiciste? ¿Quien es el padre?
Sakura lo miro mal
—Somos amigos y mínimo tengo que saber para ver si compartimos algún parecido.
Naruto le dedicó una sonrisa para darle tranquilidad, lo más prudente era apoyara a Sakura en un momento.
—Aun no te puedo decir—dijo Sakura pasando sus manos por su vientre.—Ten paciencia.
Naruto se hinco y puso una mano también acariciando al bebé de la pelirosa.
—Prometo cuidar de tu hijo como si fuera mío.
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