MI VECINO (CAMERON DALLAS)

CAPÍTULO 13

Me quedo callada, como si no pudiera hablar. ¿Qué hace él aquí?

- Cameron... - vuelvo a repetir.

- ¡Has dicho mi nombre veinte veces ya! 

- No grites, mis padres están en casa. 

- ¿Por qué me has mentido? - dice susurrando.

- Porque... No lo sé. - termino diciendo.

- Creía por un momento...

- Que era diferente. - le miro a los ojos - Es la típica frase para decir que te he decepcionado. En ese sentido las personas no somos diferentes, ¿vale? Cometemos fallos. Por cometerlos y cagarla no significa que hayamos cambiado.

- Seguro que Jacob cree tu teoría. - dice Cameron a punto de salir por la ventana. Le agarro del brazo y él se detiene.

- Lo siento. No quería... Bueno, para que te voy a mentir, sí quería ir. Todos me decíais que no, pero yo quería ir. ¿Hay algo de malo en eso? Sólo me junto con Hayes aquí, ¿es difícil de entender que quiero tener amigos?

- Jacob no es un bueno amigo. El no tienes amigas. - Cameron se da la vuelta y se queda en frente mía - Cuando te aviso es por algo.

- ¿Por qué? ¿Qué hace?

- Roba, trafica...

- Parece que aquí a todos os va eso. - digo tirándome en la cama. Cameron se sienta a mi lado y me mira fijamente.

- Pregúntamelo ya.

- ¿Preguntar el qué?

- Querías saber en qué trabajo, sé que todavía quieres. A no ser que ya lo sepas.

- Puede que ya lo sepa. - le respondo.

- Entonces...

- ¿Sigues haciéndolo? No tienes por qué dejarlo por mi... Aunque tampoco es que sea una buena idea seguir con eso, no tienes por qué seguir haciéndolo.

- No quiero seguir. - dice agachando la cabeza - Pero... Si no tengo dinero tendré que volver con mi familia, y eso significa irme de aquí.

- Por eso vendías tu cuerpo.

- Se suele hacer por dinero, Lisa. Siempre. - me mira intentando sonreír.

- Me gustaría decir que te puedo ayudar.

- Lo sé. - responde él.

-Y siento lo de está noche. ¿Podemos hacer como si no hubiera pasado? - digo intentando sonar inocente, no cuela.

- Está bien. - dice él riéndose.

- ¿Te veo mañana?

- Te veo mañana.

A la mañana siguiente me despierto temprano por los ruidos que hace mi madre con el secador. Nos cuentan su viaje de negocios y nos dan los regalos. Para Taylor una bandana y para mi una camisa de flores hawaina. Es un poco extraña, pero me gusta. Decido ponermela hoy con uno pantalnoes vaqueros oscuros. 

- Hoy vendrán los Willow otra vez. Cenaremos juntos. - Taylor sonríe y yo intento fingir una sonrisa ante la noticia de mi padre. No tengo ganas de ver a Holly está noche, así que se me ocurre una excusa.

- Papá... He quedado con una amiga. Se llama April. Es la única que tengo y está noche me ha invitado a una fiesta de pijamas. - Taylor escupe su desayuno y se ríe. April y una fiesta de pijamas no pueden ir juntas en una frase, pero es lo primero que se me ha ocurrido.