CAPITULO 26

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DOS SEMANAS DESPUÉS

Durante estas dos últimas semanas las cosas se han calmado (todo lo que podrían haberse calmado). Mis padres no me dejan ir al hospital para ver a Jacob. Aún así he ido un par de veces. Con Cameron las cosas siguen yendo bien, pero mis padres odian que no les cuente nada sobre él. Seguirá siendo así.

Esta semana mis padres se van a Indiana para arreglar unos papeles de la antigua casa. ¡Una semana sin padre! Es decir, una semana que me voy a casa de Cameron. Por suerte son las vacaciones de Navidad. Mis padres han decidido que iremos a visitar a la familia en fin de año. Para el día de Navidad no estarán aquí, así que los padres de Holly nos han invitado a su casa. Algo es algo.

Mientras cojo la ropa que necesito para estar una semana en casa de Cameron, Taylor entra en mi habitación y se sienta en el filo de la cama:

- ¿Qué quieres? - le pregunto cuando veo que no se va a ir.

- He pensado que podríamos ir a L.A. para comprar algunos regalos. En coche se tardan cuatro horas... Así que podríamos quedarnos en algún hostal durante una noche.

- ¿Regalos para quién? ¿Para nuestros queridos padres?

- Y para los abuelos, los tíos, los primos... Cameron. 

- Está bien. ¿Los dos solos?

- Nos vendrá bien un tiempo de hermanos.

- Lo dudo. - aún así acepto.

Voy a la casa de Cameron y le cuento lo que me ha propuesto Taylor.

- ¿Puedo ir? - dice él.

- No. Es sólo compras de hermanos. - digo apenada.

- Bueno, sólo será un día. No creo que pase mucho en un día.

- Esperemos. Bueno, me voy dentro de una hora. Así que nos queda una hora para...

Cameron me besa y entramos en su habitación. De nuevo, pasa lo que tenía que pasar (no lo voy a explicar porque todos sabemos el procedimiento).

Cuando terminamos me visto y le doy un beso a Cameron.

- Te veo mañana. - me despido.

- Hasta mañana.

Entro en mi casa y veo a Taylor bajando las maletas que ya habíamos hecho los dos. Le ayudo a meterlas en el coche mientras él se asegura de que la casa está cerrada.

Durante el camino me quedo dormida como una hora. A la siguiente hora no paro de pensar en qué podría regalarle a Cameron y en si debería regalarle algo a Jacob.

Taylor para en mitad del camino para descansar un poco. Salimos un poco a pasear. Él se queda cerca del coche y yo entro en el Bosque. Hay un montón de pájaros en las copas de los árboles. Empiezan a caer gotitas de agua. Cuando me dirijo hacia el coche escucho caerse algo. Miro hacia atrás y me acerco para ver qué es. Es una piedra transparente con tonos azules y con forma de corazón. Lo primero que se me pasa por la cabeza es regalársela a Jacob. Sé que debería de pensar en Cameron, pero si se la regalo a Jacob quizá... ¡Es una tontería que piense que por un regalo va a despertarse!

Aún así me meto la piedra en el bolsilla decidida a ir mañana al hospital para dársela a Jacob.

Cuando me monto en el coche la lluvia ha empezado más fuerte. Taylor conduce lento, me está poniendo muy nerviosa. A las dos horas y media llegamos a L.A. El ambiente es increíble. Hay grandes árboles de Navidad por todos lados y muchos decorados. Renos, luces... Es perfecto.

- Bueno, ¿a qué tienda vamos primero? - le pregunto a Taylor.

- Esa de allí tiene buena pinta.

Entramos en una tienda de ropa. Taylor compra con mi ayuda un vestido a Holly que creo que le gustara. También compramos algunos regalos a nuestros primos pequeños y a los hermanos de mi madre. Mi padre era hijo único y sus padres murieron hace tiempo, así que sólo tenemos familia por parte de madre.

Damos vueltas hasta que al final decido entrar sola en una tienda de antigüedades. Veo un collar de un águila antiguo y que cuesta barato para lo que cuestan los demás objetos en la tienda. Se lo compro a Cameron.

Después de las compras cenamos en un Burger King y damos un paseo por L.A. Cruzo los dedos para no encontrarme con Sammy, pero entonces le veo parado en un paso de peatones esperando para pasar. Taylor y él eran muy amigos, así que no duda en ir a saludarlo.

- ¡Sammy! ¿Qué pasa? ¿Cómo va todo? - dice Taylor haciendo su saludo de machito con Sammy.

- Genial. Me he mudado aquí con mi familia.

- Eso es genial. Podrías venir algún día a casa.

- Si, estaría bien. - dice Sammy sonriendo. Después me mira a mi y me saluda. - Lisa... ¿Qué tal? - nos damos dos besos forzados y sonreímos.

- Bien. - respondo yo.

- ¿Por qué no vienes con nosotros? Íbamos a dar una vuelta por aquí. - propone Taylor.

- Claro, me encantaría. - dice Sammy.

Es un poco incómodo. Taylor va en medio y no para de hablar con Sammy. Él no sabe que Sammy y estuvimos saliendo, y mejor que no lo sepa porque me mataría por salir con uno de sus mejores amigos. Aunque Cameron no cuenta en este caso, ya que más que su mejor amigo era como el amigo inalcanzable. Pero ahora es diferente, ahora que lo conocemos más es más amigo que ídolo.

Sammy se encuentra con unos amigos y nos los presentan. Taylor se lleva muy bien con ellos y no paran de hablar. Entonces Sammy se acerca a mí, que estoy apartada del grupo.

- ¿Sales con ese chico del otro día? - me pregunta.

- Sí. Cameron.

- Haciáis muy buena pareja.

- Gracias. - nos quedamos en silencio hasta que Sammy dice algo que no me esperaba.

- Lisa, lo siento. 

- ¿Cómo?

- Siento haberte dejado sola durante todo ese tiempo. Fui un gilipollas. Pero ahora... ¿Podemos ser amigos, no? Siempre que tengas un problema, estoy aquí. ¿Vale? - sonrío.

- Wow... No me esperaría esto de hoy. - los dos nos reímos.

Dicen que la Navidad saca lo mejor de uno mismo. Parece que, por lo menos, de Sammy lo ha hecho.

Volvemos al hostal y cada uno se va a su habitación. Empaqueto los regalos mientras intento dormirme. He comprado un jersey para Hayes y unos pendientes para Holly. También un maletín lleno de bandanas muy extrañas. Espero que le guste a Taylor.

Duermo bastante bien. Este día me ha sentado bien. Sola con Taylor sin líos ni peleas.

Al volver a casa Cameron está esperándonos. Parece contento. Comemos con él y con Holly, que prácticamente se ha convertido en mi única amiga chica

- Bueno, entonces, ¿nos hemos perdido algo? - pregunto esperando recibir como respuesta un no. Holly y Cameron se miran.

- ¿Se lo decimos? - dice Holly sonriendo.

- ¿El qué? - pregunta Taylor.

- Díselo tú, Cameron. - dice Holly.

- Lisa, Jacob ha despertado.

MI VECINO (CAMERON DALLAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora