Ahí estaba David Landgrave, atormentandome con su presencia, de nuevo.
No tenía palabras.
Ambos cruzamos miradas, y puedo ver cómo la sombra del reconocimiento aparece por el turquesa de sus ojos.
¿Pero es que estoy soñando? David había desaparecido antes de salir de la secundaria, ni un adiós, ni un hasta luego, y ahora estaba ahí.
O quizá estoy soñando... o quizá...
No. No estoy soñando, ni es alguien parecido, no.
No. Estoy segura, estoy cien porciento segura de que es el mismo hombre, el mismo chico, el mismo chico a quien yo ame.
Pero había cambiado.
Era más alto, su pelo rubio había adquirido un color más oscuro, su piel bronceada resaltaba con el traje negro, sus labios pálidos incluso parecían más grandes, y una encantadora barba al principio de su mandíbula comenzaba a crecer.
Pero no importaba esto, no importaba nada, porque ahí estaba, David Landgrave se encontraba a un metro de distancia.
Mis ojos empezaron a picar, y mi respiración a acelerar hasta no parar.
¡Estaba ahí!
—¡Estef! —comencé a ser zarandeada y no tuve más remedio que despegar la mirada de aquel dios griego.
—¿Emmm...? —pregunte, a nadie en particular dándome cuenta de que todas las miradas se encontraban en mí.
Y entonces trate de volver a la realidad, a mi entorno, trate y trate, hasta que al final mis ojos de despegaron de los suyos.
—Te preguntaba si no has comido nada —habló Lenny, moviendo por el suelo la cola de su vestido —¡Por Dios, Estef! No te invite para que todo el tiempo estuvieras trabajando ¿Al menos has comido?
Abrí la boca para formular una oración, pero por más que intente no pude más que soltar un leve murmullo.
—¡Cristo, Estef! ¡Estás tan débil que no puedes ni hablar! Ven a comer algo antes de que te desmayes —sentí que tiro de mi hacia una de las mesas y no encontró mayor objeción de mi parte, sabía que era un milagro que no me encontrará en el piso ya, mis piernas parecían no reaccionar y yo no tenía ni el mayor interés en hacer lo contrario —¡Con lo mucho que adoras comer...!
Sentía la mirada penetrante de sus ojos y yo no tenía la valentía suficiente para poder voltear y comprobar que era él.
Quizá, solo es alguien parecido... Su hermano gemelo perdido...
Quizá...
Pero no puedo mentirme, ni mucho menos engañarme, porque muy dentro de mi algo me pide que no lo haga, que lo reconozca. Porque es él.
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The Wedding Jacket |Cazadora de Bodas|
Comédie¿Qué harías si tu primer amor aparece de la nada, comprometido, con un nuevo nombre y se conviertiera en tu jefe...Ah y de paso te piden que seas su dama de honor? Cretidos de portada @Karen_Valles21 de @Photobook