Giro el rostro apenada, no queriendo mirar sus ojos.
Solo a mí me pasa que algo sencillo y natural se convierta en una catástrofe pública.
—Gracias —susurro.
—¿Quieres que te acompañe?
Si.
—Deberías volver al trabajo.
Eso, alejate de el, marca distancia y olvídate de este hombre.
Sonríe.
—Espero que te encuentres bien.
Me quedo petrificada, ¿acaso podía leer mis pensamientos? ¿Sabría que me refiero a él como dios griego?
Observo cómo da la vuelta y comienza a caminar hacia el lado contrario de las oficinas.
—Oye... ¡David! —para en seco y voltea despacio para observarme, gélido.
—Erick —me corrige, y tragó saliva por la dureza de su voz.
—Disculpa... Erick, las oficinas están al otro lado —y señaló con la cabeza la dirección opuesta a la que tomó.
David se sorprende por un segundo, pero al siguiente sonríe.
—Un viejo amigo, vivia por aquí, quiero ver si aún sigue ahí.
Junto las cejas.
—¿Quién? —me llaman entrometida.
—¿Recuerdas a Eduardo? Era un amigo mío en la secundaria.
—Sí... creo que sí —. ¡Por supuesto que recordaba a todos sus amigos! aunque jamás mantuve conversación con alguno de ellos, sabía bien con quienes se juntaba.
—¿No quieres venir?
—No, gracias iré a descansar.
Asiente, sonríe y se va.
Antes de cruzar una calle en que lo perderé de vista parece detenerse para dar la vuelta, levanta su mano hacia mí.
Se está despidiendo.
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The Wedding Jacket |Cazadora de Bodas|
Humor¿Qué harías si tu primer amor aparece de la nada, comprometido, con un nuevo nombre y se conviertiera en tu jefe...Ah y de paso te piden que seas su dama de honor? Cretidos de portada @Karen_Valles21 de @Photobook