Epilogo

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Desendencia

El sonido de explosiones inundaba el lugar, los gritos de auxilio, el humo de escombros y la sangre roja abundaban por ese terreno olvidado por Dios.

Un soldado herido, su uniforme consistía en un atuendo completamente negro, llevando consigo una gabardina color vino y una máscara, algo así como las placas de los militares, los identificaba y los hacía únicos y diferentes a los demás.

Entre los muchos soldados que consistían en algún lugar yacía en el suelo un chico cabello negro, el barro en su atuendo y la herida en su pierna le hacia poder seguir luchando, le puso preción a la zona afectada, como esta sacaba algunos chorros de sangre, el dolor era insoportable, pero no podía darse el tiempo de lamentarse, tenía que sobrevivir, se arrastró por el suelo tratando de ir a una zona segura y tratar la herida ya que solo había podido ponerle un pañuelo que se torno completamente rojo cuando la tela era de color azul marino. ¿Aquí es donde moriría? ¿Todo acabaría así? No tenía mucho que había entrado en la zona de guerra y un comando del equipo contrario los ataco, fue un ataque suicida, los suertudos murieron rápido, pero los que no estaban hecho pedazos con algún órgano expuesto o amputada quien sabe donde, se sentía con suerte ya que agradeció estar casi completo de no ser por el hoyo en su pierna que le dolía como los mil demoniós, almenos moriría completo... bueno casi.

Todo con tal de defender a los de su especie si su vida ayudaba, la daría con gusto, esa fue la convicción que tubo al escuchar aquellas antes de salir al frente.Poco a poco el sonido de las explosiones fue disminuyendo no por que estuvieran alejandose, sino por que el estaba soñando despierto. 

El tintineo de placa que llevaba puesto aquella mujer sobre su cuello, los botines resonarón en eco en aquellos pasadizos y su atuendo denominaban su práctica militar, se quito su gorro y le sorprendió ver que tenia raíces blancas en aquel cabello blanco perfectamente recogido. Los murmullos empezaron a hacerse entre la multitud, el solo podía oír a algunos decir que era "la elegida" aunque ciertamente no sabia a que se referían con eso solo se le hacía una chica normal y común.

- Su atención por favor-.  - El sonido de los susurros cesó, la voz de la chica era potente pero dulce a la vez-.

- Todos saben el por que estamos aquí, esto esta decirlo demás, me pidieron que le diera algunas palabras de aliento antes de salir a combatir-. - Muchos comenzaron a mirarse entre si como buscando preguntas-.

- La verdad no las tengo. - La oleada de murmullos comenzó.

- ¡PERO!-.  -volvió a reclamar la atención la mujer.

- Quiero decirles lo que siento. - carrspeo un poco y miro a un pinto no especifico.

- A pesar de todo el caos de nuestra historia, a pesar de los fracasos y las discordias, a pesar del dolor y el sufrimiento, a lo largo de los tiempos ha habido algo que ha alimentado nuestro espíritu y elevado a nuestra especie por encima de su origen: el coraje. Nosotros creamos nuestra propia suerte, arranquemosle la Victoria a la dios de la fortuna.

"Compañeros tengan coraje para vivir..."

Aquellas palabras zumbarón en su cabeza.

El chico con la herida en la pierna abrió los ojos de golope, el sonido de las explosiones se hizo sonora de repebre, miro hacia su herida y vio que el sangrado había cesado, almenos eso era algo, pero no debía rendirse aún. Estaba por levantarse cuando un enemigo se puso frente de él, la pistola en su rostro hizo recorrer un escalofrío por todo su cuerpo. Pero a pesar del miedo que inundaba su ser, fijo sus ojos a su asesino con una mirada llena de valentía, tanto que hizo que dudará por un segundo jalar el gatillo, por un instante se sintió que  los papeles se invirtieron, pero ese momento de duda basto para aprovecharla...
El hombre enemigo salio volando, el chico quedo perplejo tratando de entender la situación, volteo lentamente y se dio cuenta que los refuerzos había llegado mas de sus camaradas estaban ahí, se escucho a lo lejos un grito "Ahí viene la reyna" haciendo acto de presencia se dio cuenta que era la chica del discurso, ahora había entendido el por que le habían dicho "la elegida".

Había escuchado de ella, su padre fue uno de pos primeros en subir al subir, Aquel Rey apodado "Bestia Blanca"  ahí se dio cuenta que muchos de los nuestros viven como humanos y no lo saben, eso fue evidente al traer como esposa a alguien del exterior, ella era alguien muy preciosa, Touka  muchos la apodaban "El angel del conocimiento"  ella era como nosotros, pero toda su vida había vivido afuera, en el exterior. Fue una pionera en mostrarnos las costumbres de los humanos, escritura y lenguaje; también contribuyo al incremento militar y táctica toda una maravilla cuenta algunos. Murió al dar a luz a la única hija del rey que fue escondida por seguridad y mostrada hasta ahora.
Claro si aprecias a la chica que pelea y ver sus movimientos se entendía que era practicante de las artes marciales que somos conocedores, la maestría con la que se mueve, como si danzara con el viento, esos ojos... posiblemente los de su madre, no la conocí en persona, pero se decía que poseía una belleza envidiable.

La mujer avanzaba abriéndose paso por el campo de batalla, vestía esta vez una ropa mas casual, tal vez por comodidad o por no ser tan llamativa,  Igual todos la reconocerían, peleando hasta con 10 hombres a la vez llamadas "Palomas" ese apodo dado por la madre de la ahora Reyna. Si aquellos Reyes que ya no están con nosotros dejaron su mas preciada decendencia; aquella mujer que pelea junto a nosotros y libera a su pueblo hacia la libertad.

¡Larga vida a la Reyna Ichika! de la dinastía Kaneki. -Gritó el hombre yacido en el suelo, un grito potente ya que le siguieron los demás con euforia.

La mujer quien su rostro estaba cubierto algunas gotas de sangre, agotada, respiraba profundamente tratando de recuperar condición; aunque  eso no le quitaba su exótica belleza. Sus fulminantes ojos que indicaban algo diferente... un ojo rojo color carmesí; debido a una posible anomalía genética.

Esta chica quien en un futuro no tan lejano liberara no solo a el pueblo de sus ancestros, sino hará una coexistencia entre ambas razas.

Ella es legado de sus padres.

Ella el orgullo de estos.

Ella es la esperanza de su pueblo.

Ella es el puente de ambos mundos.

Ella es el futuro a una nueva era.

El tintineo de su cuello se volvió sonoro; aquel dije que colgaba del cuello de la ahora Reyna salió dando a notar el símbolo del ying y el yang  que brillaba con la luz del sol.

Fin.

Amigos y Rivales (Detenido Indefinidamente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora