"Ayuda mamá, me secuestran."
Estaba nerviosa...O mejor dicho en pánico, aunque es sabio decir que era una fusión de ambas. Miraba de reojo al chico que conducía, relamía mis secos labios, entrelazaba mis dedos y miraba tras la ventana. "¡AH! ¡¿Qué hago?!, ¿hablo?, ¿pregunto...? ¡Pero que le pregunto!, ¿Qué mierda miro...La ventana, a él, a la puerta, el camino?"
—Tranquila Kaily.
Ante el sonido de su voz mi cuerpo dio un respingo—Ah, no...Este yo no...—Estaba tan tensa que no podía articular alguna frase coherente.
—¿No te emociona?—me pregunto, le mire y me encontré con sus facciones relajadas, ello solo me causaba envidia.
—No, si...¿Qué cosa?
Sonrió—Relájate, ya te dije que no muerdo.
En auto reflejo mi ceja se levantó y me cruce de brazos—No, pero si secuestras.
Se rió culpable—Estaba emocionado por nuestra reunión, lo siento.
Suspire, "tranquila K, recuerda este es tu amigo, E". Trague seco—¿Cómo supiste que era yo?
Frunció el ceño—Pues soy un futuro detective, encontrarte fue pan comido. Le pague a un pajarito para que buscase según tu número de celular, toda tu información en los registros de la escuela.
—¡Corrupción!, pinche escuela...—"Me siento violada...No, estoy segura, violaron mis derechos y privacidad".
—Yo te dije que lo haría a las malas. Además me lo debes—se quejó el chico.
Enserio me sentí ofendida con sus palabras—¡¿Qué?! ¡¿Y yo por qué o qué?!
—Cuando descubrí que me gustabas aun creía que eras un hombre.
Me tomo desprevenida, mi corazón dio un vuelco al escucharle.
—Pase días enteros negándome, yo creí que me gustaban las mujeres. El pensar que me gustabas era un shock para mí.
Un sonido de burla emergió de mi garganta sin querer, apenada gire mi cabeza hacia el lado contrario.
—¡Oye K! No es gracioso, me hiciste dudar de mi sexualidad.
—Lo siento...O es lo que debería decir pero no lo lamento—dije antes de explotar en risa. El escandaloso sonido que brotaba de mis labios, las lágrimas que amenazaban con recorrer mis mejillas y el dolor en mi estómago que me obligaba a inclinarme y apretar mi abdomen con mis brazos hacían enojar al castaño.
—No es gracioso—renegó cual niño malcriado.

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¡Ups! # equivocado
Short Story¿Qué pasaría si un día cualquiera recibes un mensaje de un desconocido? -Maldición Marcos. ¡Responde! -¿Quién eres? Un error puede llevarte a...