Al final de la jornada escolar los estudiantes se retiraban a sus respectivos clubs. Yo observaba despreocupada hacia el gris cielo que alertaba del aguacero que se avecinaba mientras mecía mis pies.
—Oh, enana amiga mía—la voz cantarina de Daisy me obligó a desviar mis ojos de la majestuosidad del exterior.
—¿Qué sucede rascacielos?
Hinchó su pecho orgullosa y sonrió ladinamente—¿Qué tal si tu desconocido es Ezequiel?
—El chico bajito, pelinegro, cuatro ojos que se sienta adelante ¿Por qué lo dices?—pregunte confundida.
—No es popular, su nombre inicia con E igual que el del desconocido y es amigo de Marcos.
Ladee la cabeza—¿Es amigo de Marcos?
Se quedó unos segundos buscando las palabras correctas—Bueno tiene un trato con Marcos, él le hace la tarea así ningún bravucón lo molesta.
Asentí—su descripción se asemeja al E que imagino.
Sonrió satisfecha—¿Cuándo lo interrogamos?—me pregunto al tronarse los dedos.
—Oh tranquila, lo haremos algún día que no es hoy.
Chasqueo la lengua—siempre quise hacer lo del policía bueno y el policía malo.
—Mejor vete a tu club de coro a dejar sordo al universo.
Me fulmino con la mirada—No quiero oír quejas de alguien del club de regresar a casa.
—¡¿Disculpa?! —Fingí indignación—Nosotros somos un respetable club con diversas actividades...Como regresar a casa...—me cruce de brazos y desvié mi mirada hacia la pared—y regresar a casa.
—No, tienes razón debe ser demasiado cansado.
La pelinegra se dio media vuelta dispuesta a marcharse a lo que aproveche a darle una nalgada.
—Oye atrevida, ¿quieres una demanda?—se quejó tocando su trasero.
Reí—Yo nada hice.
20 minutos después de que la chica se fuera yo tome mi mochila y emprendí mi viaje a la puerta principal del centro. Como todos los días esperaba a que la marea de estudiantes bajase para irme sin tener que luchar por mi vida.
A lo lejos divise a dos chicos en el pasillo y cuando estuve lo suficientemente cerca supuse que el rubio alto de ojos azules y con chaqueta deportiva seria según la descripción que me dio Daisy hoy en la mañana, el tal Marcos amigo de E. A su lado caminaba un chico un poco más alto que él, de un corto cabello castaño y de ojos verdes cual esmeralda.
El castaño debió sentir mi mirada sobre él por lo que fijo sus ojos en mi persona, a lo que respondí desviando mi vista. Al pasar por su lado acelere mi caminar hacia la puerta que me permitiría escapar del colegio.
Sin darme tiempo de poner un pie afuera, la imponente lluvia azoto mi cuidad.
![](https://img.wattpad.com/cover/148404399-288-k158953.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¡Ups! # equivocado
Conto¿Qué pasaría si un día cualquiera recibes un mensaje de un desconocido? -Maldición Marcos. ¡Responde! -¿Quién eres? Un error puede llevarte a...