Comida

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Ethan me había llevado a una hamburguesería, acción que mi estómago agradecía.

—Ya vas a responder mi confesión.

No me dio ni tiempo de morder la deliciosa hamburguesa entre mis manos. Tosí falsamente.

—Creo que es muy repentino...Es la segunda vez que nos vemos—conteste incómoda sin el valor de verle a los ojos—L-lo mejor es conocernos mejor y...

Me interrumpió—¿Y nuestros chats?—me pregunto con voz apagada. —¿Acaso no han sido nada para ti?

Me arme de valor y alce la vista. Su rostro tranquilo y sus ojos decaídos fue lo que encontré. Relamí mis labios y puse el alimento de nuevo en la bandeja. —Te equivocas...Ethan, no es que no me gustes, es solo que nunca nadie se me había confesado...—Rasque mi nuca—la verdad es que no creo que yo te guste.

—Entonces, te lo prometo.

"¿Me lo prometes?"

Ladee la cabeza y le mire sin comprender—¿Qué cosa?

Con su codo sobre la mesa, apoyo su mejilla sobre su mano y sonrió formando sus camanances—Prometo demostrarte que si me gustas.

Una sonrisa involuntaria se formó sobre mis labios y asentí avergonzada—Bien...Pero primero lo primero—volví a tomar la hamburguesa y esta vez si pude darle una gustosa mordida.

—Wow, de verdad que tienes hambre—se burló Ethan.

—Calla, no le arruines el momento a mi estómago. Todo esto es tu culpa.

Frunció el ceño—¿Yo? Pero si no hice nada.

—Shhh...Ya dije es tu culpa—afirme. Al segundo bocado me di cuenta que mi acompañante no había pedido nada para sí. —Oye, no vas a comer.

Negó con un movimiento de cabeza.

—¿Por qué? ¡¿Acaso eres vampiro?!—dije alarmada a modo de broma.

Chasqueo la lengua—Me descubriste muy pronto, y yo que planeaba ir a morderte el cuello hoy.

Sonreí—Que triste por ti...No, ya en serio ¿no quieres una papa? Tú la compraste pero es mía.

Se encogió de hombros y la tomo—ya que insistes.   

¡Ups! # equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora