One shots Marvel

18- Alex Summers

Título: No me desagradas
Advertencia: Ninguna

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Estaba encerrada en una extraña recámara.

Tenía vidrios blindados que eran para asegurar que no dañara a los demás. Habían personas con batas que miraban desde fuera, algunos tenían razgos asiáticos, estaban anotando cosas en sus tablas y volvían a mirarme una y otra vez.

Tenía un raro vestido blanco, como los de hospital, ya había perdido la cuenta del tiempo en el que me habían llevado allí.

Habran pasado cinco años calculaba.

Unos guardias entraron y vendaron mis ojos, y me llevaron a una sala. Me sentaron frente a una mesa con diferentes objetos. Y las personas estaban tras otro vidrio, otra vez, observando todos mis movimientos.

"Tranquila, te vendrán a ayudar, ya llegarán, el sueño era demasiado real para ser mentira. Tienen que venir, es mi única esperanza"

- Srta Walcott. Llame a su "amigo".

- Aurey, vamos, sal. - Llamaba.

Tenía una conección con un extraño espíritu, o algún ser del más allá,algo que nadie podía ver, solo yo sentía su presencia. El hecho es que podía decirle que hacer.

Era mi único amigo ahora. Él y los chicos de mi visión.

- Dile que mueva el jarrón.

"Aurey, lanza el jarrón contra el vidrio" - le decía mentalmente.

Y asi lo hizo, lo levantó y lo aventó contra el cristal, agrietandolo apenas un poco.

- No te pases de lista, o serás castigada, niña insolente. Mueve los cubos, ahora.

" Aurey, muévelos ".

Todos los cubos comenzaron a volar y a estrellarse contra el vidrio, al igual que todos los objetos que estaban en la mesa.

- ¡Walcott, para! ¡Lyssa, tú, estúpida mutante! ¡Para ya!

-¡No puedo! ¡No me hace caso! ¡Aurey, ya basta!

De repente la puerta del cuarto sale volando, un tipo azul y un chico rubio aparecen por arte de mágia.

- ¿Quiénes...?

- Hola, soy Alex, él es Kurt, y te sacaremos de aquí. Toma mi mano. - iba a agarrarla pero Audrey me detiene.

- ¿Qué pasa? - dijo Alex. - tenemos que irnos ahora.

- Audrey, vamos. Cualquier lugar es mejor que aquí.

- Oh, hablas con... El espíritu, Audrey, si, oye será mejor que nos vayamos y pienses si dejarnos o no después.- Alex me tomó de la cintura y colocó su mano en el hombro de Kurt.

- Vamos.

De pronto aparecimos en frente a una mansión. Era de noche, hacía frío, amaba el cosquilleo que recorría mi cuerpo al sentirlo. La luna brillaba en lo más alto del cielo.

- "Mira Rey, la luna es hermosa. Hace años que no la veía."- le dije entre pensamientos.

- Esta en Luna llena, ilumina todo. Pero será mejor que entremos si no quieres agarrar un resfriado. - dijo Alex.

- Estoy acostumbrada a las enfermedades. No es que allá me trataran como una reina. Siquiera tres comidas al día me daban. - dije y seguí mirando el hermoso cielo.

- Pues, debes tener hambre. - Kurt habló con un pronunciado acento. - Y además el Sr. Xavier a de querer verla. -

- ¿Quién es el Sr. Xavier? - dije poniéndome a la defensiva.