Capítulo IV - El comienzo

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-Voy a parar con una condición __________________.-se detuvo para hablar. Su mano tocó mi mejilla y sonrió cínicamente.- Sé mi novia.
-¿Qué?-cuestioné sorprendida haciéndome hacia atrás para recargarme.- ¿Tu novia? -me levanté de la cama; una excusa perfecta para liberarme de su tortura sexual.- Es peligroso. Si la prensa...
-La prensa me vale un cara*jo.-vino hacia mi, sus manos estaban en mi rostro, sus ojos cristalinos me miraban y su alma se vio en ellos.- A mi solo me interesas tu.-La puerta sonó distrayéndonos a los dos.-
-Abre. -murmuré sentándome en la silla, tomé la copa de agua, escuché voces hablar en voz baja; me aproximé hacia ellos y vi a una chica intentando colgarse del cuello de Juan desesperadamente.

Ideé un plan, me quité el vestido, los zapatos y despeiné mi cabello, tomé una sábana de donde estaban; en un armario pequeño y caminé hacia ellos.
-¿Amor?-llamé acercandome lentamente.- ¿Quién es ella?

La chica miraba confusa, tenía los ojos grises y cabellos negros, era fina; llevaba un anillo en su mano pálida; ella tenía los ojos llorosos y Juan me miraba de pies a cabeza.
-_______________. La señorita ya se va.-dijo sin dejar de mirarme.- ¿No es así?-regresó a mirarla a ella.-
-Tu y yo, no hemos terminado, Juan.-dio media vuelta y se fue dejando un rastro de perfume y un berrinche.

Maluma, mordiéndose la boca se acercó a mi tomándome de la cintura; ya no llevaba la camisa puesta.
-Dios, ¿Por que eres tan ocurrente? -murmuró riendo.- Sabes que verte así... provoca que te tire a esa cama y te haga mía.
-Era la única manera en que podía salir a ver quien era esa... chica, acaso estaba ¿embarazada?
-No hablemos de ella. -suspiró.- ¡Maldita sea! Debes cambiarte antes de que me vuelva loco y te haga mía.
-Y... ¿Quién te dice a ti que yo no lo quiero? -pregunté abrazandole también.-
-¿Lo quieres tu? -susurró a centímetros de mi rostro tan desesperado.- Por que yo si, por que no aguanto mas, por que te deseo como nunca antes, por que muero por tocarte, por amanecer contigo.

El quería jugar, y yo lo entendía bien.
-Lamento decirte que no.-le empujé, tomé mi vestido y corrí hacia el baño a cambiarme.-

Escuchaba sus pasos desesperados caminando fuera del baño, escuchaba maldecirme y maldecir mi ocurrencia y brillante inteligencia; abrí la puerta y tomó mis brazos para pegarme a la pared con una fuerza impresionante; la espalda me dolería como nunca.
-¿Te diviertes?-preguntó murmurando a mi cara dolidamente excitado.
-¿Que si me divierto? ¿A quien se le ocurrió torturarme sexualmente hace un par de horas?
-¿Es una venganza? Por que te esta funcionando, muy bien; pero toma en cuenta...-me paseó por toda la habitación sin dejar de pegarme contra los muros.- que no vas a escapar de lo que tanto deseas.
-¿Y que es lo que tanto deseo? ¿Así es como se siente, Maluma? Tus pasiones están hablando ahorita, así que si me permites, debo irme, tengo escuela y tarea que hacer.

Quité sus brazos de mi cuerpo, tomé mi bolso y caminé hacia la puerta cuando me detuvo del brazo de manera suave.
-Por favor.-su voz susurrante a mi oído escuché dolido.- No quise hablarte así, me disculpo totalmente, pero no te vayas; cena conmigo. No volveré a tocarte si tu no estas lista y si tu no me lo pides, mantendré mi mente ocupada que no sea...-se colocó delante de mi.- tu bello rostro y tu corazón; pero no te vayas, quédate.
-No puedo quedarme, mi madre...
-Puedo hablar con ella, sé que no se va a resistir.-enarcó una ceja pícaro.-
-¿Vas a besarla para que me deje contigo? -sugerí y asintió con un "tal vez"-
-No es mala idea, pero yo prefiero que me beses tu.-murmuró
-De verdad me gustaría quedarme pero he pasado el mayor tiempo contigo...
-Por favor, mañana a primera hora debo estar en el aeropuerto de la ciudad mas cercana para ir hacia Monterrey, acompañame a cenar esta noche.-asentí rendida ante su súplica.-

Juan sonrío ampliamente, se dirigió hacia el teléfono a lado de su cama, hizo una llamada no mayor a diez minutos, al terminar; se puso la camisa e intentó ordenar la habitación.
-Prometeme algo ____________.
-¿Qué cosa? -pregunté intrigada, mas de lo que ya estaba con toda esta situación.- Habla hombre, me intrigas.
-Que aunque yo esté de gira no vas a olvidarme. -se arrodilló ante mi.- Habrá días en que no pueda llamarte
-No es necesario...-negué
-Lo sé pero yo quiero hacer esto, voy a demostrarte que verdaderamente me interesas y que yo no juego cosas de niños. -Sus palabras tan grandes estaban dejandome realmente congelada de la impresión.- Cuando pueda, estaré llamándote, enviandote... mensajitos-besó mis manos.- Quizá... -se mordió los labios.- Uno que otro regalito
-¡NO!-exclamé parándome.- Todo menos eso, no me mandes regalos
-¿Por que no? -herido preguntó
-Por que sé que enviarás cosas, cosas que yo no habré podido comprar con mi dinero, y la gente comenzará a preguntarse, que de donde saco todas esas cosas. Mis padres...-cubrió mi boca con sus dedos.
-No hables...

Un pase al corazón (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora