Capitulo XIX - Fracturado

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"El chillido de mi oído aturdía mi cabeza, podía escuchar pero mi cuerpo se negaba en realizar alguna acción; me dolía, me dolía todo. Todo después fue paz. Sentí paz.

Había un sonido nítido, como el que hace la máquina del supermercado cuando pasas un producto, sentía dolor, miedo, desesperación, los ojos me pesaban y quería solo despertar, cuando escuché mi nombre muy lejanamente; como un eco.

-¿_____________? -preguntaban a mi oído.- Soy Juan.-murmuraron de nuevo y abrí los ojos con dolor pero no pude mantenerlos abiertos.- Es mi culpa que estés aquí; yo debí de haber ido en ese coche y no tu. Estoy tan apenado contigo, tu familia, con los padres de Elisa; ella, esta bien, sobrevivió al accidente al igual que tu. Por favor, debes luchar por ti, por todos, recuerda que aun no conoces a mis padres, recuerda que aun tenemos mucho por hacer.

Abrí despacio los ojos.

-Estaré bien.-dije con dolor y mi voz, no podía escucharse, quise levantar mi brazo pero las heridas de los vidrios me dolían.-

-No te esfuerces.-tomó mi mano, no pude evitar llorar.- Promete que para cuando

yo regrese estarás esperándome en donde nos conocimos.-asentí.- Estaré de gira, cumpliendo con los contratos que firmé, regresaré por ti, lo prometo.

Las enfermeras se acercaron a él para pedirle que se fuera, él asintió dolido, se fue de mi lado mientras que yo me derrumbaba por dentro. Cerré los ojos por un instante cuando el efecto del suero se hizo efectivo, me dormí"

<< Sonia me había dejado impactado con la confesión, me pasé la mano por el cabello y negué aun sorprendido.

-Mi madre no la odia, pero entiéndela, aun está herida y el que __________ ya no esté en su presencia le reconforta.

-¡¿Cómo puedes decirme eso?! -exclamé enfadado.- ¡Ella no tiene la culpa! Ahora entiendo el comportamiento el día de su cumpleaños.

-Mi madre perdió el control, lo sé, no la puedo justificar; pero Juan, si te lo digo es por que no quiero que juzgues a mi madre.

-¡Es que no la juzgo! Me parece repugnante lo que hizo.

-No puedes irte.

-Tengo que hacerlo, no tengo opción; estoy entre la espada y la pared. -me giré dándole la espalda.- Ahora te pido que te vayas.

-¡Juan, mi hermana te necesita!-exclamó tocándome el hombro.-

-Y yo la necesito a ella pero si no cumplo con lo que firmé, van a demandarme.

-Juan...

-Regresaré en cuanto termine mi gira. Ahora vete.

Ella se marchó

-Señor... ¿todo bien? -Florinda preguntó preocupada, le asentí.- La comida está servida.

-Trae a Lucio por favor.- Florinda se marchó con la orden de buscarlo.-

Me senté en la barra, tomé un poco de la comida, estaba todo muy silencioso que era dolorosamente perturbador, no había música, no había risas, ni mucho menos gente, yo estaba solo.

-¿Me mandó a llamar? -preguntó Lucio colocándose en posición.-

-¿Alguien ha confesado algo? Lo que sea pero algo.

-Negativo, señor. Nadie se ha acercado a mi, es indignante la situación.

-Me marcho pronto y necesito que esto; que este lugar este cuidado y bien resguardado, no se cuanto tiempo me tarde por que es una gira que ya estaba contemplada.

Un pase al corazón (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora