Capitulo VII - ¡Despierta!

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"Curioso. Muy curioso. Abrí los ojos lentamente, había soñado con que Maluma había regresado solo a verme una última vez mas. Ingenuamente lo creí. Me levanté de la cama con un tenue suspiro, estaba... extasiada por el sueño que había tenido, fue bastante sexual para mi corta edad. Bastante tentador.

Terminé de quitarme la ropa, me di una larga ducha para cuando salí mis padres ya estaban llegando, cerré mi cuarto con llave y encendí la radio, él estaba sonando y me remonté a la noche del concierto, en todo lo que había pasado en solos dos días. Era demasiado irreal.
-¿Estas dormida?-Mi madre preguntó y no respondí. Me observé en el espejo y negué irónica, ¿como fregados acababa de pasar todo esto? ¿como fregados pasó?

Me coloqué la pijama de lunitas, cerré la ventana y encendí el clima, era una noche calurosa.
Dejé la radio correr, cerré los ojos intentando descansar cuando mi celular sonó. No reconocía el número.
-¿Hola?-pregunté dudosa de quien pudiera devolver el saludo.- ¿Quién habla?
-Habla el chico que con el que dormiste la noche anterior.-sensualmente murmuró y dio una risita pícara.-
-Sabes, las llamadas nocturnas son muy peligrosas, sinceran demasiado el corazón y los sentimientos.-dije yo tratando de sonar segura.-
-Si es así, no tendría que mentir diciéndote que me gustas hermosa. -dijo dando un suspiro después.-
-Dime una cosa, habiendo tantas mujeres, tantas fans que se morirían por ti, se postrarían de pies ante ti, tu... me eliges a mi? Una chica simple, lejana a ti; ¿por qué te complicas la vida diciéndome que te gusto?
-Acabas de responderte a ti misma. Yo te elegí a ti por que eres una chica normal, que no busca lujos, ni mi dinero, no busca que la llene de joyas y coches caros, no busca nada de eso. Tu, lo que buscas, es a un chico que te quiera tal cual eres.
-Ese es el problema...-me levanté de la cama- Tu no eres un chico simple, eres un artista. Eres un artista influyente, que su música suena y suena en la radio, el que llena los lugares a donde quiera que va, el que todas las chicas de mi edad sueñan con tener una noche contigo. -cerré los ojos dolida.-
-Encontraré la forma de pasar tiempo contigo.
-No es lo mismo. Tu nunca tienes tiempo ni para ti mismo, yo no podría complacerte en nada... yo... solo soy una pueblerina, Juan.
-Tu eres lo que yo quiero.-su voz sonaba tan dolida que un escalofrío me dio por la espalda.-
-Esta conversación no tiene sentido. ¿Por qué me llamas?
-Por que me importas. -respondió.- Por que quiero conocerte, quiero tenerte... quiero besarte y abrazarte, quiero mil cosas contigo.
-Entiendes, que nuestros mundos son muy distintos, a mi nunca me dejarían viajar contigo a ningún lado, y tu familia, jamás me aceptará a mi. No estamos en el mismo canal.
-Yo tomo mis decisiones, mi familia no influye en ello.
-Juan, no quiero que mi vida se vea envuelta en el escándalo por seguir a mi corazón.
-Te gusto, ¿cierto?-su voz cambió de tono, podría jurar que se mordía la boca.-
-A todas las chicas de mi edad nos gustas, querido.-murmuré riendo.-
-A ti. ¿Te gusto yo? Como persona...
-Si. Si me gustas. El detalle es que aunque seas condenadamente guapo, yo no puedo alcanzarte. Jamás podré ser tu novia.
-Lo serás. -afirmó.-
-Afirmas algo que es imposible.
-Tu lo dijiste... Debo ganarme ese derecho ¿no? Ese privilegio. Lo haré __________, serás mi novia y no habrá marcha atrás.
-Tu estas realmente loco.-murmuré afirmándolo.-
-Yo estoy loco pero por ti, mi amor.
-Sabes necesito dormir y tu también. Buenas noches y descansa.
-¿Para donde vas? No hemos terminado, querida.
-Juan, tengo sueño...
-Me vale un carajo que lo tengas, ni te atrevas a cortarme la llamada o entro y te rapto.
-¿De que rayos estas hablando?-pregunté riéndome despacio.-
-Baja y sal a la calle.

No entendía nada. Tomé unos tenis y salí lentamente de mi habitación, mis padres estaban en la suya y mi hermana no estaba en casa, andaba con su novio de viaje. Abrí la puerta tan despacio que me dio miedo el silencio que yo estaba provocando, salí a la calle intentando encontrar a alguien parado con un celular en mano, caminé un par de metros cuando vi un carro parqueado; me acerqué cautelosamente cuando alguien volteó a verme.

Un pase al corazón (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora