Capítulo V - Seré fuerte... Prohibido llorar.

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Mi celular se prendió de acuerdo a la alarma que puse a escondidas de Juan, eran las cinco y media de la mañana, él debía estar a las 7 de la mañana en el aeropuerto.

Vi mi vientre una mano, estaba detrás de mi; su respiración estaba en mi espalda, con cuidado me giré y su rostro quedó a mi altura, su boca; tentadoramente, me llamaba a besarla. Me acerqué un poco mas, encajé mis labios en los suyos y de un suspiro captó mi acción, sus brazos me encerarron de la cintura obligándome a ponerme sobre él.
-Que mejor manera de despertar.-murmuró aun mordiendo mi labio.- Mataría por que cada mañana despertaras en mi cama, y de esta manera.
-Hola. Debes arreglar todo para que viajes hacia el aeropuerto.

-No me recuerdes que ya no te veré durante meses. -habló dolido.

-Es tu trabajo, no lo dejes por mi; anda, dúchate y arreglate. Yo me cambiaré y trataré de salir sin que me vea mucho la gente.

-No te vayas mientras me arreglo, quisiera guardar en mi memoria tu presencia. -tomó su celular.- tomemonos una foto.

Una de sus fotos fue robandome un beso, que a luz de la cámara parecía uno muy intenso, otra fotografía, fue de los dos sonriendonos, y por último, frente al espejo; donde Juan me abrazaba por detrás.
-Me ducharé, ordena lo que quieras a la cocina.

Se metió a duchar y aproveché para cambiarme rapido; podía salir en cualquier momento y podría verme. Me puse algo ligero, unos jeans de meclilla negros, zapatillas azules y una blusa del mismo color con los hombros descubiertos. Saqué el mini estuche de maquillaje y para cuando Juan salió de la ducha, me encontraba terminando de colocar rimel.
-Muero de hambre. -Murmuró él
-Aun no ordeno, lo siento...-giré la mirada para verlo cuando me giré al otro lado evitandolo.- Estas... Estas...
-¿Desnudo?-preguntó entre risas y sus manos se colocaron en mis brazos.- Claro que lo estoy.
-¡Dios Mío! -exclamé cubriéndome los ojos con la mano.- ¿Podrías... cambiarte?
-Claro, pero antes quiero algo de ti.-
-¿Qué cosa?

-Quiero que me beses...-susurró a mi oído pegándome a su cuerpo, movió mi cabello hacia un costado.- Por favor, antes de que me vaya.

Se sonrió cuando me acerqué a él, estaba sonrojado y yo también; las gotas de agua resbalaban por sus músculos y su torso, y dentro de mi, resbalaban las sensaciones de que iba a colapsar en cualquier momento. Se suponía que iba a ser un beso dulce y tierno, pero la verdad, es que no lo fue; fue mucho mas que eso, fue algo electrizante y apasionado, me faltaba el aire y a Juan eso le gustaba, el que me rindiera a su caricia.
-Tu equipo técnico ya tiene todo listo, al menos no me han preguntado el por que sigo aquí, como para ser una de tus aventuritas. Ya han bajado tus maletas, hay una barrera de policías conteniendo a la prensa de los pueblos cercanos...-abrí la cortina.- yo saldré por la puerta de la cocina, esta libre; según la seguridad del hotel. No te preocupes por mi.
-Ya estas captando el modo de vida que llevo. ¿Esto es lo que sacaste para mi?-preguntó señalando la ropa sobre la cama y asentí.-
-Muevete, se te hace tarde a mi también, recuerda que estoy en casa de Elisa.

-Si, princesa.

Cerré de nuevo la cortina, cerré también mi maleta y abrí la puerta a Mary que ansiosa tocaba.
-¿Esta listo ya Juan?-Me preguntó muy nerviosa.-
-Si.-salió el del baño arreglado.-
-Rápido, la prensa esta evadiendo la seguridad y todas las puertas del hotel estan ya bajo su mando, saldrás por la principal y tu...
-No te preocupes por mi...

Juan me miró enarcando una ceja cuando Mary, me dio un paquete negro.
-Deben irse. Cuídate. -acaricié su rostro por esa vez antes de que me diera un beso en la frente.-
-No me olvides, por que si lo haces... habré muerto.-murmuró dolido pegando su frente a la mía.-
-No voy a olvidarte Juan, tenlo por seguro.-me abracé a su cuerpo.- Ya vete.

Un pase al corazón (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora