Capitulo 38

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George se ofreció a llevarme hoy a la escuela. Claro, en el auto de papá. Pero es un lindo gesto de su parte, ya que no tenia ganas de caminar. En cuanto aparcó se bajó junto conmigo y en cosa de segundos atrajo la atención de algunas chicas.

—Te veo luego Gusana— besó mi mejilla y volvió a subir al auto.

Según él debia ir a casa de Erick a arreglar unos problemitas que había en la futura canción que quieren grabar y Jhon había amanecido enfermo, por esa razón él no estaba aquí y no podrá ir con George.

—Estaré aquí en cuanto salgas— dijo asomando la cabeza por la ventana hacia donde yo estaba.

—Eso espero— contesté y lo vi poner en marcha el auto, desapareciendo de a poco.

Me giré, suspire y entré.

Venir a clases ya no es entretenido como cuando uno es pequeño, ya no están las entretenciones, lo maestros no te tratan igual, sacar buena calificación es mas complicado, y lo peor, dejas de ser un niño.

Dejas de ser un niño, reemplazando los estúpidos y adorables juegos por la apariencia propia. ¿Porque? por la opinión de los demas, ¿Para que?, para que nadie ande hablando a tus espaldas. 

Si, la maldita opinión del resto se vuelve importante en la vida de los adolescentes.

No poder hacer nada de lo que estabas acostumbrada a hacer para que luego no te anden juzgando, es realmente nostálgico.

Desperté demasiado depresiva hoy. Ver a Marie, Niall y Zayn me subirá los ánimos.

Divisé el salón de Literatura y me adentré sin poner atención a nada. Pero eso claramente me trajo un pequeño problema.

—Lo lamento Ian— me disculpe luego de haber chocado torpemente con él. suerte que no es ningún chico egocéntrico que piensa que todas las chicas mueren por él.

—No importa Cai— me dedico una sonrisa y cada uno camino por su lado.

Literatura con la Srta Milër, asignatura un poco aburrida, pero Profesora demaciado energetica.

Pareciera como si se tomara cada día unas diez latas de bebidas energética al desayuno.

Lo juro.

Sus manos son exageradamente movidas en cada explicación, sus ojos se agrandan dando énfasis a cada palabra y su voz a momentos es exaltada. Raro, pero muy propio de ella.

Escucho mi apellido proveniente de sus labios y doy un pequeño respingo al verla parada frente a mi sonriendome como si tramara algo...algo malo.

¿En que momento llegó aquí?.

—Srta Smith, digame...¿Que es lo que acabo de explicar?— me observa con esa sonrisa aun en su rostro, pero no la sostengo. Desvío la mirada nerviosa por no saber que decir.

Caitlin, esto te pasa por pensar en cosas que en este momento no importan.

Me detengo en Ian, que solo moviendo los labios intenta darme una ayudita.

Conectores...—comienzo a deducir lo que Ian modula sin que la maestra vea...y Discurso argumentativo.

Miro a la maestra y le muestro una pequeña sonrisa, ella retoma la compostura y sigue con su paseo en el salón.

—Muy bien srta Smith...Pero le aconsejo que la próxima vez, si tome atención a mi clase, y no reciba ayuda de parte de sus compañeros.

Mi primer gran amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora