Capitulo 44

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Un brusco movimiento me despertó y de a poco comenzé a abrir los ojos. observe la hora y eran las seis con treinta de la madrugada. Me gire y Harry no estaba a mi lado, un sentimiento desconocido me golpeó de inmediato y abrí los ojos. Esto no pudo haber sido un sueño, no estoy tan loca como para haberme imaginado todo esto.

Escucho el sonido del retrete y minutos después aparece la silueta de aquel ruloso, demostrándome que él si estaba aqui, y no fue un maldito sueño.

—Lamento si te desperté — dice caminando a la cama— no me sentía bien.

— lo entiendo — le sonrio y me incorporo para seguir durmiendo.

Siento cuando la cama se hunde a mi lado y luego el cuerpo de Harry acomodarse junto al mio, mis ojos están cerrados y mi mente luchando por volver a dormir. Estoy consiliando el sueño cuando siento su brazo rodearme por la cintura, y me apega a su cuerpo, su respiracion queda cerca de mi oido y por ende mi cuello, no hago ni digo nada. Sigo con los ojos cerrados y el sueño comienza a invadirme nuevamente.

Comienzo el juego de ojos mientras me despierto al cien, Harry ya no esta acostado y puedo jurar que mamá vino hace un rato y al verlo despierto se lo llevo a la cocina a desayunar.

Me dirigo al baño y lavo mis dientes junto con mi cara y peino mi cabello, en cuanto estoy algo mas presentable bajo a la cocina. Y justamente aquí se encuentra el ruloso con una taza de algo en manos, al verme sonríe de inmediato y se encoge de hombros, yo le devuelvo la sonrisa y me aproximo a su lado.

—Buenos días— le digo.

—Buenos días— responde y se acerca a mi oido— tu madre me saco temprano de la cama, es un amor— susurra con algo de ironía al último y río.

—Cai, el desayuno esta listo— dice mi madre volteandose a nosotros.

—Bien, gracias mamá.

Me preparó una taza de café y me siento alado de Harry. Al rato después entra mi padre y se sorprende al ver al ruloso, en nuestra cocina y a mi lado.

—Hola señor smith— dice Harry.

—Hola Harry, que agradable tenerte aquí —responde mi padre tomando asiento a la cabecera de la mesa.

A momentos mi padre me observaba con cara de 'no entender' la situación y el “porque” Harry está aqui. Disimuladamente y sin que Harry me vea, muevo mis labios en su dirección diciéndole que luego le explicaría, él asintió levemente y seguimos desayunando.

No se me olvida que papá sabe de mis sentimientos hacia Harry. Lo que vuelve la situación algo incómoda.

—Desearia quedarme aquí para siempre— dice Harry recostado en mi cama.

Me acerco a él y lo observo con una leve sonrisa— tu madre te necesita Harry, sé lo difícil que es esto. Pero debes estar con ella apoyándola.

Él me observa con una mueca y la sonrisa de a poco se va desvaneciendo de su rostro.

—Losé, pero se me hace complicado. No sabes lo duro que fue escucharlos gritarse y decirse muchas cosas sin siquiera saber que sus hijos estaban escuchandolos— musita con tristeza.

—¿Gemma lo sabe?— pregunto.

—Si, se mostró valiente a mi lado, pero sé que por dentro estaba triste. Muy triste— decía él intentando no sonar  dolido— Mi abuelo estaba a nuestro lado dándonos apoyo y diciéndonos que no nos preocuparamos. Pero que mas da...Ellos se separaran y fin del asunto.

Lo observo con atención y luego de un rato bajamos a la sala, encontrándonos a papá viendo un partido de fútbol. Harry se muestra interesado y se sienta en el sofá alado de papá. Yo por mi parte, me siento en el sillón individual y observo la pantalla sin tanto interés, pero que importa solo son hombres corriendo tras una pelota. Nunca me mostré interesada en el fútbol, pero en este momento me doy cuenta que no es tan aburrido como pensaba.

Mi primer gran amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora