Montaraz

Desafiante

— Ésta es la rueda de la fortuna, veamos sí la suerte te favorece este día. Has los honores.

Celeste guió a su cuadrilla hasta una rueda giratoria a un costado de la arena,Ferran se le quedó mirando fijamente, la montaraz no lo intimidaba en absoluto,hizo girar la rueda con un movimiento brusco y fuerte sin molestarse siquiera en mirar los desafíos que marcaban cada espacio.

El círculo giró y giró y no parecía querer detenerse.  Todos,incluidos los miembros de las cuadrillas de Razven y Fargo estaban al pendiente del reto al que tendría que enfrentarse el novato.

Finalmente,la rueda se detuvo y la flecha marcaba el desafío.

— Si que tienes suerte — dijo Roja antes de hacer una mueca — Muy bien. Siganme — les ordenó.

Fargo y Razven no estaban dispuestos a perderse aquel encuentro. Era uno de los favoritos de Celeste y hasta ahora nadie la había vencido en su propio juego. Ese riquillo iba a ser pan comido para la pelirroja.

Entraron a una bodega enorme,en el centro habían construido una jaula enorme donde se llevaban a cabo combates en diferentes disciplinas marciales.

Fargo abrió la puerta para dejar entrar a su amiga seguida de Ferran.

— Hoy aprenderán su primera lección. La más importante y la que salvará su vida en más de una ocasión.

La voz de Celeste llamó la atención de todos los presentes, ningún novato quería perder detalle de todo lo que el demonio rojo decía. (Demonio rojo,llamaron a Celeste aquellos que fueron testigos alguna vez de su osadía)

— Te dejaré atacar primero para que no digas que tuve ventaja — le sonrió la pelirroja.

— Yo no le pego a las mujeres, me educaron para ser un caballero — señalo el chico rubio.

— ¡Oh,baby face! ¿No será que te doy miedo? — se burló ella a su vez mientras daban vueltas en círculos sin apartarse la mirada — No olvides que aquí soy montaraz antes que ser mujer. Y tranquilo prometo que no te dolerá... Mucho... Acabaré rápido contigo.

Baby face le regalo una sonrisa torcida.

— Vamos niño bonito,no te rindas antes de empezar ¿Qué van a pensar de ti tus compañeros?

Ferran alzó una ceja por su comentario.

— ¡Te parezco bonito!

— Solo es una expresión, no te la creas.

Seguían estudiando sus movimientos sin atreverse a atacar primero.

— Venga baby face,golpeame fuerte. El qué pega primero pega dos veces. ¿O vas a esperar a que tu papi venga a salvarte otra vez?

Eso pareció molestarlo, porque al instante le lanzó un golpe que Roja esquivó con agilidad.