Torturados

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Celeste y compañía iban de regreso al nido,la joven le explicó a Razven la razón para comprar aquella droga que era altamente adictiva.

- ¿Y creen que funcionará? - preguntón, no podía evitar sentir ciertas dudas a causa de toda la información que circulaba respecto a la Orquídea roja.

- Primero tengo que hacer unas pruebas - le respondió Fargo,sacando a su adorado tormento de sus cavilaciones - No será tarea fácil procesar la droga en el Nido,pero voy a intentarlo.

- ¡Que tierno! Va a sacar su juego de química - se burló Razven.

- No empieces - sentenció Celeste.

- ¿Qué? - fingió inocencia mientras alzaba las manos en son de paz,y con la misma sonrisa burlona miró a Fargo, el chico tenían la quijada apretada y el ceño fruncido y un ligero rubor cubría sus mejillas,su comentario lo había molestado, y... ¡Le en cantaba verlo así!

Continuaron la travesía rehaciendo el camino, cada uno, pensando en sus propios temores,intentando apartar esos malos pensamientos ponzoñosos que poco a poco se iban adhiriendo a su corteza craneal invadiendo los desdé adentro.

La pendiente que estaban subiendo en aquel momento tan solo iluminados por la luna menguante,era tan empinada que los obligaba a subir casi a gatas,y había tantas piedras sueltas que en un momento dado Fargo resbaló.

- ¡Eh! ¿Cuál es la prisa por desbarrancarte? - Razven alcanzó a sujetarlo,cuando sus miradas se encontraron en aquella oscuridad fue como sí sus ojos resplandeciera.

Celeste que iba adelante miró a sus espaldas y sonrió al verlos tan cerca. Fargo debía estar encantado con aquella situación. ¡Benditas piedras sueltas!

- Sigamos - dijo Razven con un carraspeo antes de soltar a Fargo una ves que lo puso a salvo - Ve por delante - le ordenó - No queremos perder tus talentos en alquimia - le sonrió sincero.

Fargo lo rebasó una vez más molesto.

- ¿Y? ¿Cómo piensan hacer esas pruebas? ¿Piensan buscar conejillos entre los montaraz? - les preguntó rompiendo la tensión que los había acompañado los últimos minutos antes de que Fargo derrapara.

- Nada de eso - le respondió Celeste enderezando su andar al llegar a una zona pareja y recta,lanzando un suspiro de alivio - Sí alguien va a ser un conejillo de indias voy a ser yo. No podemos arriesgar a nadie más a esta adicción.

- Yo me ofrecería, pero... - Razven se detuvo de repente. Un movimiento a espaldas de Celeste lo interrumpió.

- ¡Vaya,vaya! Pero que tenemos aquí... - aquella voz erizó la piel de los tres reclutas - Tres polluelos intentando regresar al Nido. Cuentenos ¿Se cayeron?

Fish y su guardia los interceptaron en a mitad del camino. Celeste,Fargo y Razven,sintieron cómo sí un puñetazo los golpeara directo en el abdomen y les sacara todo el aire del cuerpo. Estaban muertos, los habían atrapado infrafanti.

Se petrificaron al verse descubiertos.

- ¿En verdad pensaron que no notaríamos su ausencia? ¿Tan arrogantes así son? - parloteaba su líder revoloteando a su alrededor,mientras señalaba a sus hombres para que registraran a los tres escapistas que habían violado la primera regla.

- ¡Oye...! Eso es mío... - protestó Celeste cuando le quitaron la mochila en la que transportaba la droga.

- ¡Roja,no di... ! - intentó advertirle Razven pero recibió un golpe de parte se Fish.

- ¡Silencio! - les gritó, escupiendo en las caras de los dos muchachos que tenia más cerca - El único que habla aquí soy yo.

- Fish... - el montaraz que registraba la mochila,llamó su atención al extraer un paquete forrado con cinta adeshiva de color gris metálico.

MontarazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora