La apuesta

67 17 64
                                    

Dos semanas completas transcurrieron y los candidatos elegidos para los ejercicios por lía cien años de la hermandad montaraz volvieron de sus días francos,todos disfrutaron unos días de asueto al lado de sus familias, para el anochecer ya habían vuelto al nido dónde daba inició la celebración del aniversario.

Ferran se estaba volviendo loco,desdé que regreso no había tenido oportunidad de encontrarse "casualmente" con su líder de cuadrilla,de hecho no había visto a Roja y a sus amigos en todo el día, al parecer, según los rumores estaban preparando una comitiva para una misión dentro de un par de días.

La fiesta estaba en todo su apogeo cuando los distinguió entrar a lo lejos,se veía bien, pero odiaba que siempre usara uniforme, algunas de las féminas del lugar habían aprovechado para lucir al máximo sus cuerpos con sendos escotes en sus vestidos o faldas que no dejaban nada a la imaginación.

Roja en cambio,parecía estar siempre lista para pelear. Aunque,se alegraba que estuviera de vuelta en pie, ¿Qué habrá pasado con aquel episodio cuándo la besó? Era lo que se estaba muriendo por ir a preguntar. No había disfrutado sus días libres por estar pensando en ello. La había dejado muy mal en la habitación de Fargo y ahora, aunque un poco demacrada,se veía contenta sonriendo con sus compañeros.

Por más que Baby face intentó acercarse,no faltaba algún impropio que se interpusiera en su avance,la algarabía reinaba en el comedor montaraz,líderes, gremios y los peces grandes de la hermandad se habían reunido para celebrar el acontecimiento. Tras la ceremonia realizada horas atrás se dispuso del suculento banquete digno de reyes que ahora estaba siendo devorado sin piedad,el alcohol reinó también esa noche,era una fiesta normal entre camaradas o al menos eso era lo que los novatos pensaban.

- ¡Yo te reto! - gritó Tauron desdé un extremo al otro de la mesa de los líderes de cuadrilla, su dedo índice señalaba hacía Razven.

El mulato a pesar de los años que llevaba intentándolo aún no conseguía derrotar a Razven en ningún desafío que ambos se habían lanzado y se estaba volviendo una tradición que cualquiera de los dos se retaran esa noche cada año.

- ¿Qué quieres perder ésta noche,Tauron? - Razven se puso de pie y los vítores no se hicieron esperar.

Tauron miró con malicia a Fargo.

- Lo quiero a él, como mí esclavo... Una semana.

Razven se rió a carcajadas.

- Dije ¿Qué quieres perder? Y por supuesto que a "Mí " Fargo,no vas a tenerlo ni una hora siquiera - hizo énfasis en la palabra Mí, al mismo tiempo que hacia tronar los nudillos de sus manos.

- Tú puedes pedir lo que quieras si ganas. Yo quiero a Tú Fargo.

Evidentemente, Tauron estaba más que alcoholizado y no medía las consecuencias de lo que decía. Fargo por otro lado no sabía si sentirse alagado o humillado.

- ¡Voy a disfrutar aplastarte!- Y Razven no necesitaba mucho para encenderse,nadie tocaba a su hombre.

- Más te vale... - amenazó Fargo en su oreja - O te quedas sin postre a partir de esta noche.

Roja no pudo evitar reírse al escuchar a su amigo amenazando a su pareja con negarle su "tesoro" si perdía esa apuesta. Y con la carga sexual de Razven,ese era motivo suficiente para querer aplastar a Tauron definitivamente.

- ¿Cual es tu desafío? - Razven se acercó amenazante al mulato.

- Que lo elija la rueda...

Tauron hizo girar el círculo y se detuvo en los postes,un reto al que Ferran ya se había enfrentado a causa de un castigo impuesto por Roja, lo que no sabía es que esta vez el desafío era distinto a estar parado en un poste durante todo el día.

MontarazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora