¿Que hubiera pasado si...? #PGreySteele2019

Capítulo 9

5 meses...

— ¿Y si son gemelos?—susurré nervioso.

—Respira Christian—Ana intentaba calmarme—Si lo fueran, ya nos hubiéramos dado cuenta.

En parte tenía razón, pero el temor no se iba. A duras penas asimile que tendría un hijo, pero si eran dos, o aun peor, tres.

—Deja de pensar eso Christian, no serán gemelos y tampoco trillizos.

¿Cómo...?

—No me mires así, te conozco muy bien.

Eso era de esperarse, es mi esposa, aguanta mis manías, duerme conmigo, come conmigo.

Llegamos a la clínica, Ana tenía su control prenatal y obviamente yo tenía que venir. En recepción, la señora que nos atendió fue muy profesional, pidió que tomáramos asiento ya que habíamos llegado un poco temprano y la doctora Green estaba atendiendo a un paciente.

A los cinco minutos vi que había una de esas máquinas dispensadoras de dulces, la boca se me hizo agua al ver muchos paquetes de galletas saladas.

— ¿Quieres algo?—le pregunte a mi esposa, ella tenía las dos manos sobre su abultado vientre.

—Agua—asentí y le di un beso en la frente—gracias.

Conseguí mi delicioso paquete de galletas y la botella de agua para Ana. Regrese los asientos y cuando estaba a punto de abrir mis galletitas...

—Anastasia Grey—mi esposa tomo mi mano y me arrastro por el pasillo hasta llegar al consultorio de la doctora.

Mire el paquete, hice un puchero, iba tener que esperar.

—Lo siento cariño—se disculpó Ana.

—No te preocupes.

Saludamos a la doctora encargada de llevar el embarazo de Anastasia. Nos hicieron preguntas de rutina, al ser la tercera vez que venía, ya me sabía todas y estaba preparado. En un momento determinado de la cita le pidieron a Ana que se vaya a poner una bata para poder realizar la ecografía.

La ayude a colocarse la bata y a sentarse en la camilla, tape sus piernas con la sabana y me senté al lado.

La doctora prendió el ecógrafo, presiono algunos botones y esparció el gel azul, tomo el transductor y lo coloco sobre la barriga de mi esposa.

Veía a mi hijo moverse en el vientre de su madre, todo en blanco y negro. La obstetra volvió a presionar los botones...

—Tumtum...Tumtum...—los latidos del bebe envolvieron la habitación. No era la primera vez que los escuchaba, pero cada vez que lo hacía me llenaba de emoción y alegría saber que junto con Ana creamos a un pequeño ser.

Mi esposa tenía los ojos llenos de lágrimas, tome su mano para acariciarla.

—Ahora veremos si se deja ver—dijo la doctora, moviendo de un lado al otro el aparatito con apariencia de micrófono.

Frunció el ceño y congelo la imagen. Volteo a mirarnos y nos dio una sonrisa.

Mire la pantalla, pero solo lograba ver el perfil de mi bebe y creo que Ana estaba igual que yo.

—Felicidades Señores Grey, será un varón muy sano.

Quise gritar de felicidad. Mi esposa tenía una gran sonrisa y los ojos brillantes.

—Gracias por esto Ana—me acerque para darle un beso.

¡IBA A TENER UN VARÓN!