Enamorado de Elian [ DRAMA/LGBTQ+ ]

10# Necesito más que esto.

Necesito más que esto.

Narra Elian.

— ¡Tye déjalos, tenemos que irnos! — no sé cuantas veces llevo gritándole la misma frase con la esperanza de ser escuchado.

Todo era un desastre, todo es un desastre.

Hombres golpeándose de una forma que sólo ves en las películas y sangre chocando contra las paredes y el suelo del lugar, la banda que estaba tocando anteriormente terminó de hacerlo para subirse otra y encender más el ambiente con una de las canciones de Asking Alexandria- Not the American Average. Podría escuchar ésa canción con todo el gusto del mundo pero en estos momentos lo menos que quiero es ponerme cómodo con ésta situación tan salvaje.

Casi volviendo a interpretar mi rol de chico pacífico me lancé entre la pelea evitando los empujones y choques con algunas personas en busca de Tye, no lograba visualizarlo entre tantos cuerpos moviéndose de un lado para otro. Para desgracia mía comenzaron a ponerse más violentos de lo que por sí están.

— ¡¿Tye?! — grité, vergonzosamente comencé a saltar por mi baja estatura buscando la silueta de Tye y en efecto logré encontrarlo al tercer salto— ¡Tye!

Tye volteó a verme con el rostro lleno de sangre sosteniendo a un sujeto diferente al anterior, me acerqué a él y tomé de su hombro con una mirada decidida aunque por dentro estaba como un cachorrito.

— Tenemos que irnos... — hablé, Tye miró la multitud y al parecer reaccionó al desastre que se causó por un simple empujón— ¡YA!

Agarré su mano e intentando pasar desapercibidos caminamos entre la multitud quienes aún se golpeaban, que personas tan salvajes ¿cómo pueden resistir tanto?, miré de reojo a Tye quien se veía ansioso y sus puños exigían más sangre o al menos eso me daba entender con ésa mirada de lunático.

— ¡No es momento Tye! — sermoneé esquivando a un hombre que terminó tropezando al suelo— tenemos que tener...

Un sujeto empujó a Tye casi tirándolo al suelo, sorprendentemente Tye sólo se levantó con el cuerpo tembloroso mientras mordía sus labios con tanta ansiedad. Estaba muy drogado y la nota le estaba afectando por tanta adrenalina en su cuerpo.

— ¡Oye ten cuidado imbécil! — ¡¿Pero qué mierda me sucede?! Quizás la música también me está provocando. Un hombre que era mucho más alto que yo se acercó a mí amenazante, no debí llamarlo imbécil— ¡empujaste a mí amigo, a mí ni me veas!

Sin decir nada soltó un golpe en mi rostro tirándome al suelo y en seguida Tye reaccionó para balancearse al sujeto con puños cerrados y la ira nuevamente enarcada.