Enamorado de Elian [ DRAMA/LGBTQ+ ]

33# Overdose.

Overdose.

Narra Sam.

Mi corazón latía con tanta fuerza hasta el punto en que sentí una taquicardia casi rozándome, estaba tan agotada de tanto caminar o mejor dicho correr luego de escuchar las sirenas de la policía y toda la noche ha sido un desastre total porque no dejo de pensar en Daisy y sobre que habrá sido de ella, no puedo dejar de culparme por dejarla sola con todo ése caos sin asegurarme de que esté con los demás — y espero que así sea— además de ello, Ross no ha parado de caminar malhumorado pensando en un plan para los dos, a éste punto él ya se veía molesto incluso frustrado sin ver alguna solución y yo no quería sugerir nada por temor a estar errada — y tener que lidiar con su áspera respuesta— pero el camino se iluminó junto con un sonido muy conocido y típico de las calles, como él lo predijo había una carretera al final de todos estos árboles y lodo que sin duda lograron estropear mis tacones.

— Bien ¿ahora qué haremos? — pregunté animándome un poco, al menos salimos entre tanto bosque que estoy segura que llevamos caminando por más de 40 minutos.

— Un auto es lo que necesitamos — responde mirando ambos lados de la carretera, a lo lejos vimos un auto aproximándose. Un pickup bastante sencillo— Sam necesito que lo detengas y distraigas al chófer.

— ¿Lo vamos a robar? — pregunté horrorizada, Ross asintió fijamente mirándome a los ojos— ¿y cómo se supone que yo lo detenga?

— Fácil.

Fueron las palabras más rápidas e indiferentes que había escuchado en toda mi vida, todo pasó muy rápido cuando mis manos chocaron contra la carretera tosca y mis piernas se lastimaron en el impacto, el pickup se detuvo con frenesí incluso se inclinó de lado quedando justo frente a mis ojos, estaba paralizada y Ross se había ocultado luego de haberme empujado. Escuché la puerta del auto rechinar y abrirse seguido de eso un señor bastante mayor de edad se acercó a mí para auxiliarme, yo estaba en shock por lo que no podía responderle a sus preguntas de suma desesperación.

— ¿Estás bien? niña ¿puedes oírme? — me sacudió un poco intentando hacerme reaccionar y lo hice pero tarde porque justo cuando miré hacia atrás del señor vi a Ross con una mirada bastante oscura y sin brillo, lo golpeó en la nuca con tanta fuerza y seguido de ello lo pisó con fuerza logrando dejar al sujeto inconsciente de inmediato, un grito de horror breve se escapó de mis labios cuando el señor se cayó justo a mí lado, presencié todo eso y no pude hacer nada al respecto.