Capítulo 3: El "fontanero".

7 2 9
                                    

Dedicado a Zuirig
Perdón por hacerte esperar tanto.


-¿Tenéis un avión privado? -le pregunté a Charles mientras cogía mi equipaje.

-Nosotros no, pero un amigo mio que es fontanero sí, así que cuidad bien el avión.

-¿Un amigo... fontanero? -dije admirando el interior lujoso.

-¿Te creías que solo había Neo Sapiens pobres? -dijo Charles con una mirada pícara.

Fruncí el ceño.

¿Me acababa de llamar pobre disimuladamente?

-Cuida de Lillie -dije.

Entré al avión gruñendo por lo bajo y me senté en un asiento de cuero.

-Éste lugar es como un hotel enlatado -dijo Daito mientras miraba embelesado a una camarera.

-Tío, que tienes novia -dije a modo de advertencia.

Daito sacudió la cabeza y se sirvió un poco de champán.

Los asientos eran bastante cómodos, y, sumando la luz anaranjada y tenue, me estaba quedando dormido.

Y, como era de esperar, Daito me despertó zarandeandome.

-¿¡Qué pasa, qué pasa!? -grité.

-El desayuno. ¿Caviar con tostadas o Té? -preguntó Daito.

Yo, aún atónito, lo miré fijamente.

-¿No hay leche con cacao? -pregunté.

La camarera emitió una leve risilla y Daito me miró con los ojos abiertos de par en par.

-¿Estamos en un avión privado, lleno de lujos, y solo se te ocurre desayunar leche con cacao?

Me encogí de hombros.

¿Qué hora era? Hacía ya bastante tiempo que me había despertado y había ido a la cafetería... no debería haber pasado mucho tiempo.

-Disponemos de leche con cacao de Madagascar, si gusta el señor -dijo la camarera (una chica... sospechosamente joven) con una sonrisa.

Me encogí de hombros.

-Bueno... sorprendame -le dije a la camarera.

La chica se ruborizó un poco y caminó hacia un cuarto en la cola del avión.

Daito me miraba con una sonrisilla extraña.

-Conque novia... ¿eh? -dijo levantando una ceja.

-¿Qué?

-Nada, dejalo...

Al rato, la chica volvió con dos platos cubiertos por unas tapas elegantes.

-Para el caballero asiático huevos centenarios... -dijo dandole a Daito el plato- y para el... señor, una especialidad de la casa. Foundier.

Miré el plato extrañado. ¿Qué era eso de Foundier?

-Tu primero -dijo Daito mientras señalaba mi tapa.

-No, tu primero -dije.

-Si insistes... -dijo Daito levantando la tapa.

Al instante una nube de vapor le empapó la cara, dejando ver unos huevos duros... ¿Que eran verdes?

-¿Pero qué...?

-Una delicia asiática -dijo Daito cortando un huevo por la mitad.

Asentí con la cabeza asombrado por que alguien pudiera comer algo así y levanté la tapa de mi plato.

Pyros (Elektros #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora