Retazos de verano: El amor SessKag

Él

Día 1: Un amor literario (idea dada por Raquel Taishō)

Kagome suspiró enamorada mientras cerraba el libro que había estado leyendo, una sonrisa apareció al reclinarse sobre el sillón en el que estaba, cada que volvía a esa historia en particular no podía evitar todas las emociones que afloraban en su corazón.

Sus colegas del trabajo a veces se burlaban, sin malicia, de su amor hacia el protagonista masculino de la novela, pero no le importaba, ellas no entendían

Él era perfecto.

Con esos ojos dorados que descubrían hasta el mejor secreto guardado del corazón, con su cabellera que fue besada por la luna y sus manos grandes y perfectas que nunca te dejaría caer. Sí. Era perfecto. Y ella lo ama.

Suspiró de nuevo.

-Sesshōmaru -musitó apretando el libro contra su pecho.

-Dime.

Kagome se sobresaltó al escuchar una voz, tanto así que olvidó que estaba cerca del borde por lo que término de espaldas en el suelo, con las piernas aún en el sillón y el libro a unos centímetros de su mano; abrió los ojos después de asegurarse que nada estaba roto, el único dolor fue el de su hombro derecho que fue donde su peso cayó más, aunque igual sólo era una punzada, nada importante. Parpadeó unos segundos antes de que su vista se enfocara en el hombre que estaba inclinado sobre el respaldo del mueblo, mirándola.

-¿Qué? Pero -se reincorporo sobre sus codos-, pensé que llegarías más tarde.

-Sayumi manchó su vestido con sangre, al parecer Kin y Kenta no la vieron cuando eliminaron a un demonio que estaba en la reunión.

Él saltó sobre el sillón para ayudarla a levantarse, y encaró al ver el libro que aún estaba en el suelo.

-¿De nuevo leyendo eso?

Ella se sonrojó ante de reír.

-Me gusta.

Él se agachó para tomarlo, el tomo era viejo y desgastado.

-Lo escribiste hace 80 años.

-Mi primera novela es especial, porque tú estás ahí.

Él dejó el libro caer en el mueble antes de rodear a su esposa entre sus brazos.

-Y siempre estaré aquí. Pero ahora, Sayumi te necesita.

Ella sonrió.

-Te amo.

Él la beso.

¿Quién no desearía que su amor literario fuera real? Por lo menos yo tengo una docena que desearía trae a este mundo, pero mientras no descubra como, me resignaré a seguir leyendo sus novelas (¿)

Nos vemos mañana.

01/08/2018

FiraLili