Día 4: Entrar a medicina (idea dada por Victoria Arriaga)
Kagome hundió su cabeza en su libreta, estaba agotada y de mal humor, entrar a medicina era como le habían dicho, agotador y absorbente; y aunque lo consiguió, mantenerse al día con las clases y su trabajo de medio tiempo para pagar sus materiales, le estaba robando gran parte de su vitalidad.
-Esto es horrible -murmuró casi desfallecida-, no voy a poder memorizar esto para el viernes.
-Y no lo harás si te quedas así.
Ella se sobresaltó al oír esa inesperada voz, había pensado que era la última en la biblioteca, al parecer se equivocó; rápidamente se reincorporó sólo para que se tensara al ver de quien se trataba esa voz misteriosa.
-Taishō-senpai.
Él la miró con esos tan conocidos ojos dorados, tan brillantes y fríos; ella se sonrojó.
-Es hora de cerrar -replicó.
-¡Ah! Lo siento, enseguida me marcho.
Rápidamente empezó a recoger sus cosas, en su prisa varias libretas se cayeron; gruñó con enojo, el día era una mierda, todo lo era y-
-Mejora.
Ella vio como él se agachaba para ayudarla a recoger las cosas.
-¿Disculpa?
Él se levantó.
-Mejorará. Puede que ahora es difícil, pero todo mejora. Eres la alumna más brillante de tu año, no lo olvides -ella recibió los objetos-. Vamos, te acompaño.
Kagome se apresuró a guardar todo, y sin saberlo, ni esperarlo, iba a comenzar algo que no sería capaz de parar ni lo querría hacer.
-Por cierto, soy Kagome. Higurashi Kagome.
Él tomó su mano.
-Sesshōmaru. Taishō Sesshōmaru -besó el dorso.
Sí, no se iba a detener.
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Retazos de verano: El amor SessKag
FanfictionPorque el amor tienes muchas formas, y este verano tendrán 31 días de romance