El tiempo correcto

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Día 17: Mitología (idea dada por Raquel Taishō)

Un hombre se encontraba sentado en la cornisa de un edificio cercano a la cafetería que vigilaba, tenía los ojos firmemente clavados en el hombre que leía su periódico como cada día a las 7 de la mañana, de vez en cuando desviaba la mirada buscando a otra persona que aún no llegaba, pero sabía que pronto lo haría.

-Ahora, ¿quieres quitarme mi trabajo?

El sujeto de la cornisa simplemente sonrió al reconocer la voz, por lo que no le dedicó ni una sola mirada.

-Yo sólo pasaba por aquí -comentó encogiéndose de hombre, al tiempo que captaba a una chica caminando con varios papeles en los brazos, por lo que movió sutilmente su mano lo que provocó que ella se tropezara y caer sobre el hombre sentado-. Como esa chica, que caminaba por aquí.

-Claro, las casualidades ocurren, excepto cuando tú estás por el lugar, Kairós.

-Insinúas que yo hice eso -miró a la chica que se disculpaba con el hombre, quien acababa de mirarla y congelarse.

-Insinuó, que mi trabajo es enamorar a las personas, no el tuyo.

-Claro que sí, Cupido.

-Eros.

-Es lo mismo.

El Dios se limitó a suspirar acercándose al borde del edificio, mirando a esa pareja.

-Con que ellos de nuevo, ¿eh? Tienes una obsesión grande con esa pareja.

-Son almas gemelas.

-Que deberías encontrarse por sí mismas, sin que un Dios este interviniendo.

Kairós sólo se rasco el cuello.

-Tardabas en hacer algo.

-Pensé que siendo tú el Dios del momento adecuado, del oportuno, entenderías.

-Como ese Dios, te digo que siempre es el momento adecuado.

Eros sonrió mientras miraba a la pareja que ahora estaba sentada junta, el símbolo ya estaba ahí, era su señal.

-Eres un entrometido.

-Sí, bueno, ya me voy, te dejó lo demás a ti.

El Dios restante suspiró, pero miró e nuevo a la pareja, el hombre de cabello platino miraba con adoración a la mujer de hermosos ojos celestes, tal vez, ellos nunca lo sabrían, pero era la onceaba vez que se reencontraban, era una de las pocas almas gemelas que eran constantes y hermosas. Pensó en Kairós y rió, definitivamente era un entrometido.

-Bien, es hora de que su historia vuelva a comenzar, Sesshōmaru, Kagome.

FiraLili

17/08/2018

Retazos de verano: El amor SessKagDonde viven las historias. Descúbrelo ahora