13. La base de datos del UMS-3

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Marinette rondó la plataforma un buen rato. Esta vez no fue conectada como Ladybug. Debía recoger otra asignación en el extraño grupo de Mendeleiev y, además, Ladybug se había vuelto tan popular que llamaba demasiado la atención. Tenía la idea de verificar si de alguna forma podía modificar su apariencia a algo más sutil, o al menos añadir algún accesorio que la pudiera ayudar a esconderse mientras patrullaba. Ya estaba cansada de las cientos de noticias con fotos de ella y Chat Noir cuando salían a patrullar, sentía que informaban incluso cuando respiraba, así que conectarse un rato como Marinette le hacía olvidar ese estrés por unos instantes, lo suficiente para detenerse y respirar y recordar cuando solo era una jugadora más.

Iba a dar un paseo por el nivel 3, en donde había un río arcoiris inspirado en el río Caño Cristales de Colombia. Le hacía feliz ir. Le gustaba ir a todos las réplicas de lugares reales que ofrecía la plataforma, con la silenciosa promesa de que algún día los iba a visitar todos.

Marinette se detuvo. A lo lejos había visto a Chat Noir y el corazón le había dado un brinco al identificarlo. Él también se percató de su presencia. Le sonrió, desarmándola, y fue animado hacia ella. Pero ella entró en pánico y huyó de ahí, medio esperando que él no la siguiera, medio esperando que sí lo hiciera.

Ya en su escondite respiró tranquila y se calmó. Sabía que se estaba comportando como una ridícula, pero no podía enfrentarlo, no todavía. No sabía si él esperaba que ella le diera una respuesta, o que respondería ella. Lo más sensato era rechazarlo, pero ella no quería hacerlo; pero no podía tomar riesgos y, además, ella no sabía quién era Chat Noir. Si al menos pudiera saberlo... Si le preguntara su identidad dudaba si él le diría o no, y estaba segura de que, de decir que sí, tendría que ser recíproco y ella tendría que revelarle su identidad también.

Borró las ideas de su mente. No debía pensar en esas cosas o iba a seguir torturándose con algo que sabía no debía pasar.

Una alarma sonó en su panel. Examinó con curiosidad y notó que tenía un mensaje nuevo; un mensaje de Chat Noir.


Aunque me haya declarado eso no significa que debas responder forzosamente a mis sentimientos o evitarme, Marinette. Soy feliz con que solo me hables. Me gusta ser tu amigo.


Marinette se desconectó de golpe, nerviosa, sintiendo como si de un momento a otro él la fuera a encontrar. No podía lidiar con eso ahora, no realmente. Dio vueltas unos minutos por su habitación con Tikki tras de ella.

―No puedes ignorarlo por siempre, Marinette ―decía la K.W.A.M.I.

―No lo estoy ignorando ―musitó Marinette.

―Entonces ¿qué haces?

Marinette no respondió. Ella sabía que Tikki tenía razón pero ¿qué podía hacer? Tal vez si ella no fuera Ladybug fuera capaz de... No, no era cierto. Marinette sabía que se estaba mintiendo. Incluso aunque no fuera Ladybug sabía que sería incapaz de decirle dos palabras decentes a Chat Noir luego de lo que había sucedido.

Pero él no sabe que eres Ladybug, pensó. Cierto, él no tenía idea. No podía tener miedo a ser obvia frente a él gracias a eso. De todos modos su labor como Ladybug parecía estar lejos de terminar, así que detuvo su descanso y se conectó como Ladybug.

Tenía mensajes de Chat Noir preguntando cuándo iban a dar paso a su próximo plan. Ladybug respondió un solitario "ahora" y se dirigió hacia donde el mapa marcaba la localización de su compañero.

―Ladybug ―sonrió él al verla.

―Hola, Chat ―musitó ella.

―¿Dónde te habías metido? Pensaba que te vería en el patrullaje de la otra noche y...

Interconectados [#1] │Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora