Marinette dejó su bolso sobre la cama mientras encendía su computadora. Al fin, luego de un largo día de escuela, podría entrar al UMS-3, el juego de realidad virtual que tenía a todo París conmocionado. Volvería a ver a todos sus compañeros, aunque eso era lo divertido de todo: desafiarse los unos a los otros en duelos y luego hablar de ello en la escuela.
UMS-3 había llegado a ser tan popular que hasta sus padres, los profesores, ¡hasta el director Damocles! ¡Todo el mundo lo jugaba! Incluso cuando iban a dar algún comunicado en la escuela, bastaba hacer un grupo en el UMS-3 y añadir a todos —hasta los padres— y listo, las personas siempre estaban conectadas. Incluso algunas empresas también funcionaban a través de la plataforma y hacían publicidad.
Se quitó el polo blanco de su uniforme y se quedó en sujetador, ahora venía la parte más desagradable para ella. Sostuvo un delgado cable de encima de su escritorio y de éste salieron tres pequeños más. La finalidad de estos eran entrar al cuerpo de la muchacha desde la parte trasera de su cuello. Se conectaban al sistema nervioso y se suponía que uno modulaba la sensación, otro los pensamientos y el último hacía conteo de los latidos. El de la sensación era para poder estimular a tu cuerpo y poder sentir todo lo que sucedía en el juego, el otro te daba voluntad al jugar y el tercero era por precaución. Ella no había presenciado nunca algún ataque cardíaco de algún jugador, sería horripilante, además; sin embargo, relataban historias de que cuando desarrollaron la primera versión del UMS muchos sufrieron ataques y se enfretaron a fuertes demandas, aunque asegura que nadie murió. Aún así, aquello le parecía horroroso a Marinette.
La interfaz le dio la bienvenida mientras Marinette sentía la adrenalina recorrer su cuerpo. Estaba ansiando la búsqueda de ítemes que había programado con Alya, su mejor amiga, y que brillaba en la esquina de su campo de visión, donde la había colgado. Marinette seguía insistiendo en que necesitaban la ayuda de Nino, uno de sus compañeros de clase, que era un seeker, pero Alya seguía insistiendo en que una journalist como ella podría hacer el trabajo de un seeker, y más si se trataba de Nino.
En el UMS-3 habían diferentes tipos de jugadores y cada uno tenía una habilidad. Nino era un seeker, su trabajo era encontrar escenarios, niveles, ítemes, rivales, misiones, todo lo que pudiese ser encontrado. Alya era una journalist, ella recopilaba historias de la plataforma e informaba todo lo que pudiera ser informado, hasta los diferentes usos de la moneda virtual. Muchos jugadores podían pertenecer a dos categorías, pero era algo que sólo los mejores conseguían. Con el paso del tiempo, poseer dos categorías se convirtió en algo tan deseado como vencer al jefe del nivel final.
Marinette sintió, o al menos creyó sentir, las baldosas grises de la plaza en la que se encontraba. Estaban en la plaza del nivel 0, donde muchos jugadores se reunían. Siempre estaba repleta. Era un requisito en su escuela al menos haber llegado hasta el nivel 13. En cada nivel se aglomerarían los estudiantes de cada grado; eso convertía en pasar de grado lo mismo que pasar de nivel. La plaza del nivel 0 era el génesis de cada jugador.
Avanzó mientras escuchaba los cuchicheos de los demás jugadores. "Te daré mil monedas de plata por esa pieza", "hagamos una misión del nivel 8", "dicen que hay otro infectado por el virus...". Eso la hizo parar en seco y tratar de escuchar más.
Alrededor de unos meses se había presenciado un fenómeno inquietante en la plataforma. La presencia del virus akuma. Era un virus muy extraño. Afectaba a los jugadores y modificaba su interfaz, dotándolos de un cambio de apariencia y habilidades que hasta ese entonces eran difíciles de conseguir en el UMS-3. A cualquiera le parecería genial, pero había un gran problema con el virus. El jugador no era consciente de lo que sucedía, ni virtual ni físicamente. Muchos afectados habían sido enviados al hospital porque sus familiares tenían miedo a que, desconectandose en esa situación, pudieran hacer un daño irreversible. Con la compra de cada consola del UMS-3 venía la advertencia de no desconectarse a la fuerza, que era necesario seguir todos los pasos por el bien del usuario. Así que ahora el Hôtel-Dieu de París (1) tenía toda un ala diseñada para el mantenimiento físico de estas personas mientras se estaba averiguando cómo contrarrestar el virus akuma, nombre que había sido designado por Gabriel Industries, Kuantic Enterprises y CT Incorporated, las tres empresas que dominaban el UMS-3 y trataban de resolver aquel problema.
ESTÁS LEYENDO
Interconectados [#1] │Miraculous Ladybug
Fanfic«Usted tiene un nuevo ítem en su inventario. ¿Desea verlo?» -Aceptar- «Ha conseguido ítem: Miraculous Ladybug.» Los personajes no son de mi propiedad. Pertenecen a la serie animada "Miraculous: Las aventuras de Ladybug y Chat Noir" de Thomas Astruc.