La mañana de Alya no había comenzado bien y había una simple explicación. Dos palabras: Lila Rossi. Lila era nueva en el Françoise Dupont y desde su llegada había comenzado a ser bastante popular, lo cual para Alya estaba bastante bien porque, realmente, no le importaba. Apenas hablaba con la chica. Lo que sí era notorio era que todavía no jugaba el UMS-3. Ella respondía que pronto, que aún tenía varias cosas que preparar, lo cual era una excusa un tanto ridícula.
Bien, tal vez algunas cosas respecto a su usuario y las condiciones del colegio, o las restricciones si es que todavía no tenía 18 años, pero eran cosas que no toman tanto tiempo.
Además, ella tenía la pequeña placa en el cuello por donde entraban los cables, así que para Alya era algo que no terminaba de cuajar.
Sin embargo, eso no era lo que molestaba a Alya.
Muchos journalist que iban en ascenso habían decido hacer entrevistas a Lila Rossi. La chica hablaba de ideas en el UMS-3 que parecían ser buenas para cualquier fighter. De hecho, se regodeaba diciendo que muchas de las técnicas que ella planeaba más adelante eran proveídas a los jugadores de alta gama, en especial la última comidilla del UMS-3: Ladybug y Chat Noir. Muchos blogs habían obtenido visitas gracias a la chica, pero ninguno había crecido lo suficiente a pesar de la popularidad de la chica debido a algo importante: ella aún no estaba en el UMS-3, lo cual generaba la duda de que lo que dijera fuera cierto o no. Muchos hacían la vista gorda y lo justificaban de mil maneras, después de todo ya tenía su propio club de fans. Pero aún no impresionaba a Alya, al menos no del todo.
Lila tenía la costumbre de abordarla en el momento más inesperado para volver con la misma cantaleta de por qué aún no la entrevistaba. Aparentemente Alya era la única que no lo había hecho o que parecía no admirarla y a Lila le incomodaba. Así que, como casi todos los días, Lila se plantó en el frente a preguntar lo mismo.
―Lila, ya te lo he dicho ―dijo Alya―, si al menos tuvieras una cuenta de UMS-3...
―Simplemente no entiendo por qué ―comenzó Lila, ignorando todo lo que había dicho la chica― si les he hecho el favor a todos de acceder a las entrevistas, tú eres la única que no lo hace. Lo juro, Alya, es casi como si la tuvieras en contra mía.
―¿De qué estás hablando? ―Alya se tuvo que quitar los lentes y restregarse los ojos, le estaba dando un dolor de cabeza.
Lila sonrió―. Sólo digo que es sospechoso. Además de que sería bastante molesto tener a mis fans encima de ti. Piensa en todas las cosas negativas que podrían decir de tu blog. No me parece para nada bien.
―Si tuviera dos dedos de frente pensaría que me estás amenazando ―masculló Alya.
―¿Y los tienes?
―¿Qué?
―Dos dedos de frente. ―Lila volvió a sonreír de esa forma casi felina suya.
Alya respiró profundo. ―¿Cómo pretendes que entreviste a alguien que, según ella, da "técnicas para crafters" cuando ni siquiera juega en el UMS-3? Y que encima diga que son para Ladybug y Chat Noir, sin presentar prueba alguna...
―Alya...
―Yo no hago prensa amarilla. Si quieres que te publique en mi blog, al cual te ofreciste y que te recuerdo, no te invité, debes mostrar pruebas de lo que dices es cierto, porque de lo contrario tu artículo no será más que una noticia engañosa para atraer espectadores.
―¡Si fuera una mentirosa no sería tan popular!
―¿Y lo eres?
―¿Eh?
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Interconectados [#1] │Miraculous Ladybug
Fanfic«Usted tiene un nuevo ítem en su inventario. ¿Desea verlo?» -Aceptar- «Ha conseguido ítem: Miraculous Ladybug.» Los personajes no son de mi propiedad. Pertenecen a la serie animada "Miraculous: Las aventuras de Ladybug y Chat Noir" de Thomas Astruc.