Salimos a la feria del elote, en un pueblito pequeño llamado San Esteban, se encontraba entre dos montañas muy escondido. Era lugar muy pintoresco, todas las casas estaban adornadas con montones de plantas de colores y parecían acogedoras.
Llegando al pueblo lo primero que note es que había montones de juegos de feria acomodados entre las calles, un señor tenia una marimba mientras que otro pedía dinero, la musica invadió mis tímpanos y automáticamente una sonrisa se dibujo en mi rostro.
El carro lo dejo al lado de la iglesia y fuimos caminando viendo todo los puestitos que habían. Christopher me tomo la mano para caminar mas rápido y sentí una rara energía traspasarme desde la mano hasta la punta de los pies y automáticamente voltee a ver nuestra mano unidas y una sonrisa mas fuerte se dibujo en mi rostro.
No sabia que demonios pasaba pero todo ocurría muy raro. Al tocarnos una rara energía nos invadía, bueno a mi, no sabía si Christopher también lo sentía.
Nos subimos a diferentes juegos mecánicos y se nos hizo de noche, una banda comenzó a ponerse en el kiosco de la plaza y los jóvenes empezaron a bailar, yo bailaba al lado de Chris pero el no hacia nada. De la nada decidió irse a sentar en unas banquitas cercas de donde estaba, no le tome importancia y seguí bailando.
Movía las caderas de un lado al otro al sonido de la musica y alzaba las manos, de la nada sentí unas manos en mi cintura, obligándome a voltear de quien eran esas manos y un moreno alto bien formado con ojos verdea era el dueño de esas manos, me sonrió y le devolví la sonrisa.
-Hola bonita.- dijo sintiéndome.
-Hola.- conteste amablemente.
-¿Quieres bailar?.- acentí con la cabeza y el me tomo de la cintura para tenerme mas cerca, me estaba divirtiendo con ese desconocido unas cuantas canciones.- ¿como te llamas?
-Maria.- conteste con el nombre que nadie me decía.
-Un gusto Maria, yo soy Pablo.- se presentó y seguimos bailando mientras me contaba algunos chistes y sobre su vida.Paso un rato en lo que me divertía, tenia tanto sin divertirme así que aproveche todo el tiempo. Me empezó a dar sed y me solté de Pablo, voltee hacia los pueatecitos para ver si había alguno de bebidas cuando mis ojos toparon los de Christopher. Estaba sentado en el mismo lugar recargado ligeramente hacia delante con loa brazos cruzados y me miraba, yo le dedique una sonrisa e ice mi mano en modo de saludo, pero no me devolvió el gesto en cambio su mirada se volvió mas dura cuando Pablo se volvió acercar a mi.
-ocurre algo bonita.- lo mire.
-No nada.- no entendía la actitud de Christopher el era el amo del baile, y en esa ovación ni siquiera se paro de su lugar.- Pero me tengo que ir.- me aleje de Pablo y camine hacía unos cantatitos donde vendían rusas, compre dos y camine hacia Chris, el seguía con la misma expresión y cuando le ofrecí la rusa negó, comenzó a caminar y yo lo perseguía al paso que podía, casi corriendo.-¡Maldicion detente!- grite y al ver que el no se detenía le avente el contenido frío en la espalda.
-¡Que te pasa!- grito ahora si volteando hacia mi.- ¡¿estas loca?!
- ¿Que te pasa he?.- lo rete me y acerque hacia el a un paso de distancia.-¡Maldita sea, no te hice nada!
-Mira dulce ya vámonos.
-¡No!.- grite nuevamente, su actitud infantil me canso.- ¡Que te pasa!
-¿Quieres saber que me pasa?- su expresión cambio y se volvió rojo de ira, sus ojos se dilatado y como me miraba me asusto.- ¿Quierea saber que me pasa?.- grito al no obtener respuesta mía yo solo negué, porque me estaba asustando.- Ahora te voy a decir.- me tomo fuertemente de los hombros y como un saco de papas me orillo al lado de su carro, yo quería escapar pero no me lo permitió.
-Chris...- dije con un hilo de voz, nunca lo había visto así, me seguía aprisionando en el auto.
-Me pasa que... - comenzó con voz más pausada pero cargada de enojo.- Que no me gusta que te estén tocando.- soltó un golpe al lado de mi en el auto.- Ese maldito... ¡Te estaba tocando!.- grito exasperado. - Si estas conmigo que vas con el primero que te habla bonito.- me separe de el y le solté una bofetada, automaticamente se separo de mi y me puse retirar de su agarre.
- ¡Yo no soy ninguna cualquiera!...- le grite con toda el dolor que sus palabras me generaron.
- Dulce yo...- dijo mas tranquilo.
-¡Ni Dulce, ni nada!- lo mire con dolor.- Eso es lo que dijiste y lo mas seguro es que también lo pienses.
-Dulce...
-Ya llevame a la casa.- dije lo mas digna posible, ya que las lágrimas amenazaban a salir.Me subí en el lugar del copiloto y mire hacia enfrente, tratando de contener las lágrimas, el se subió al auto y no dijo nada, hasta que avanzamos intento volver a hablar.
-Dulce...- me miro y lo mire, el trago el seco y me recargue mirando hacia mi ventana, no me pude contener mas y mas lágrimas brotaron de mi, me dolía que él me dijera eso, me dolo en lo mas profundo de mi alma, lloraba pero sin soltar ningún sollozo hasta que llegamos a la casa, me baje corriendo en lo que el acomodaba el auto y subí directo a la habitación encerrándome.

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REALIDAD
KurzgeschichtenVondy. ¿Qué es mejor "La casualidad", " El destino" o "La realidad"?... ¿Cual es la que interviene en tu futuro?... Han pasado mas de 10 años desde que se dijeron "Adiós" por ultima vez sin saber que ese adiós lo único que hacia era separar dos alma...