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"La Ex-RBD Dulce María fue captada con uno de sus ex-compañeros, se vio el auto salir de la propiedad de su madre" "¡Entérate! Conoce a los hijos de Dulce María ¡Fotos Exclusivas!"

Títulos amarillistas era lo único que salia en las noticias, estaba tranquila viendo la tele cuando salieron estos temas en los noticieros de la farándula, trate de mantener alejados lo mas posible a los medios pero no sirvió de nada. 

La pelea con Christopher me molestaba, yo no quería que me separara de mis hijos y mucho menos que se hiciera un alboroto mundial, seríamos la comidilla del espectáculo y era lo que menos quería. Aparte Christopher no se merecía tener nada, el ocultarme que sabia lo que habíamos vivido me destrozo y comprobó mi teoría de que él no se merecía saber nada, mis hijos fueron míos desde el momento en que los tuve en mis entrañas y un desconocido no iba a llegar a quitármelos.

- Señorita la buscan.- dijo Lupita la ayudante de mi mamá en casa.

-Diles que ahorita voy.- conteste terminando de ponerme los zapatos, no esperaba a nadie mis niños habían salido con los abuelos a comer fuera, yo era la única en casa. Baje y vi la silueta de una mujer de espaldas viendo los detalles de la casa.

- Mira mamá ahí hay un XBox.- dijo la voz de un niño que apenas observe que estaba al lado del centro de entretenimiento.

-Alexander ahí deja.- dijo la mujer y la reconocí al momento.

- Buen día Maite.- dije bajando los últimos peldaños de las escaleras.- No esperaba tu visita.

- Hola Dul.- dijo cuando yo estaba mas cerca.- ¿Como has estado?.- me dio dos besos muy forzados en las mejillas.

-Muy bien aquí tomándome unos días de vacaciones.- dije acomodándome en los sillones.- Pero toma asiento y ¿Quien es ese bello jovencito?.- dije refiriéndome a Alexander.

- Ven Alexander.- dijo Maite y el niño se acerco, él se parecía a ella no tenia nada que ver con Christopher mis hijos eran casi una copia de él, con razón entendí lo que me decía que no era su hijo.

-Hola soy Dulce.- dije poniéndome a su altura, el era mas bajo a pesar de su edad.- Era compañera de tus padres en RBD.

-Si papá seguido habla de la pelirroja.

-Alexander.- lo reprendió Maite.

- No pasa nada, mis hijos también saben de RBD y les he contado de mi vida pasada.- le dije a Maíte.- Eres muy guapo como tu padre.- le dije al niño y este me regalo una sonrisa sincera, no sabia que decir en esos casos y fue lo primero que se me ocurrió.

- A que sí, le digo a mi papá que cuando sea grande seré como él.- dijo sonriendo, se notaba que amaba a Christopher y había hecho un trabajo espectacular con él.- Mi papá me dijo que tenias dos hijos.- asentí.- ¿Puedo jugar con ellos?

- Lo siento Alex.- dije revolviendo su cabello.- Salieron con sus abuelos, pero puedes jugar con el Xbox.- le acomode los comandos en la sala y se quedo jugando, le dije a Maite que fuéramos al comedor para hablar mas tranquilamente.

Ella estaba cambiada, tenia peso de mas muy notorio, su cabello estaba mal cuidado y su corte no favorecía su rostro. Todo en ella no era ni la sombra de chica que trabajo conmigo.

- Y cuéntame como has estado.- dije después de dejar un par de cafés en la mesa, lo que menos me importaba como estuviera.

- Bien a veces Christopher y yo tenemos problemas como toda pareja.- me comento.

- Suele pasar como cualquier matrimonio.- dije resultando importancia.

- Mira como estas de bella.- dijo mirándome detenidamente.- El embarazo te sentó bien.

-Si la verdad fue algo difícil, pero después de la lactancia todo volvió a su sitio.- comente ya que era verdad el dar de lactar me había ayudado muchísimo a bajar de peso, pero de todos modos no era mucho actualmente estaba con mejor cuerpo que en muchos años, tener dos hijos hacían que mi vida fuera muy aguerrida pero valía 100% la pena.

- Me alegro a mi tener a Alexander no me sirvió de nada.- dijo restandole importancia a su hijo, yo nunca diría eso de mis hijos los adoro con todo el corazón, me molesto que lo dijera de esa manera por que nadie la obligo a quedar embarazada, aparte ya habían pasado muchos años y no debia de culpar a su hijo de ello. 

- Bueno ¿y a qué has venido? me sorprendió tu visita.- le hice saber.

- Quería que retomemos la amistada.- dijo pero tenia algo que no me daba la confianza, su semblante había cambiado muchisimo y daba desconfianza, pero que podía decir, de todos modos yo no vivía en CDMX sino en otra ciudad.- Me gustaría que siguiéramos siendo amigas, lo que quedo en el pasado debe seguir intacto.- me regalo una sonrisa.

En ese instante la puerta de la casa se abrió y se escucharon pasos corriendo junto con unas voces que gritaban "Mamá" repetidas veces. Y vi entrar a mis retoños con un par de coronas de reyes. Mi Ginna era hermosa a su corta edad rompía corazones y mi Luis siempre andaba cuidando de ella, pero también Luis llamaba mucho la atención y su hermana siempre espantabas a sus amigitas. Luis era el mas parecido a Christopher incluso el color de ojos entre café y miel cuando se enojaba, su cabello era mas claro que el de Ginna.

- ¡Mamá! Luis tiro de mi cabello.

- Luis tiri di mi quibilli.- Luis la arremedo pero cuando vieron mi rostro ambos sabían que debían comportarse.

-Ginna, Luis ella es Maíte. Sean educados y saluden.- ambos miraron a Maite.

- Un gusto somos Ginna y Luis a sus ordenes, disculpe el haber interrumpido su platica.- dijo mi hombrecillo.

- Si señora disculpe.- sonreí ante tal muestra de modales, ante todo mis hijos eran educados y ellos sabian tan solo con una mirada lo que les queria decir, eran niños magníficos.

- ¡Oh! Dulce que hermosos hijos tienes.- dijo Maite emocionada.- Son tan educados.

- Lo se, son mis amores.- mire a ambos niños y me dieron un beso en cada cachete.- En la sala esta Alexander el hijo de Maite trátenlo bien y jueguen con el.- ambos dijeron que si y fueron a la sala de estar.

Seguimos platicando acerca de las familias y lo que había pasado en estos años, me entere que tenían una crisis de pareja desde hace tiempo y que a veces estaban juntos y otras no. Yo le conté sobre lo que estudie, mas tarde se fueron ambos. Alexander había congeniado de maravilla con mi dúo y quedaron de verse antes de que regresemos a casa.

No sabia que pensar, Christopher me había dicho que no tenia nada con ella y ella me decía que a veces andaban y otras no, pero que separados no estaban. Yo simplemente decía que así era; trato de preguntarme varias veces por el padre de mis hijos pero siempre lo esquivaba, por un momento pensé que era lo único que le importara, observaba a mis hijos cuando entraban en el comedor y me daba temo que le hallara un parecido a Chris, pero nunca dijo nada; así que supuse que no estaba en zona de peligro.


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