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La junta-comida de los ex RBD... Había asistido, si fui. Todos estaban ahí hasta Pedro. Yo había cambiado en estos años, mi cuerpo estaba mejor distribuido gracias a la lactancia y mi piel había tomado un color mas pálido.

Había decidido ir con un vestido azul rey con un gran escote en la espalda y pedrería en una cadena que estaba por debajo de mis hombros en la espalda en forma de "Y" haciendo que mi espalda se viera más sensual. Era ahora una mujer segura de mi, segura de quien era pero con una gran barrera hacia las personas que no conocía. Para mi ahora todos eran un grupo de desconocido y ahora tenia mi cara de arpía calculadora que cuando acabe todo con Paco me dijo que era. Ahora solo me da riza porque tenía razón. Mi maquillaje estaba espectacular enmarcado mis ojos y el vestido gritaba clase por todos lados.

Cuando llegue al prestigioso hotel de la ciudad de México no había error acerca de mi vestuario, cuando entre llamé muchas miradas, ahora mi cabello era largo hasta a bajo de la cintura pero había decido recogerlo en un gran moño que acentuaba mi cara.

Vi a todos esto había sido una reunión de casi todo el ex elenco, llegue a la mesa donde me habían colocado y ahí vi a Anahí junto su marido e hijo de unos años, a Christian sólo pero se veía fantástico. Junto a el estaba Poncho con su esposa ellos sabían de mis hijos ya que varias veces habían ido con el pequeños Poncho de visita a Buenos Aires su esposa era maravillosa conmigo y mis hijos; y ya para rematar la pareja "Christopher & Maite" Maite se veía acabada, los años ni le habían favorecido, se notaba que el maquillaje era remarcado, sentados uno al lado del otro. Pero Christopher estaba radiante, el traje que tenia le sentaba fenomenal y cuando lo vi comprobé lo que pensaba, mis hijos eran idénticos a él.

—Buenaa noches. — dije acercadome un poco mas.— me hubieran dicho que podría traer a mi familia y lo hubiera hecho.— la primera en saltar de su asiento fue Anahí.
— Campana.— grito y se lanzo a mis brazos.— Dulce tenia años sin saber de ti, pero vete estas preciosa.— su cumplido me hizo sonreír cínicamente, me voltee hacia los demás.
—Lo se.— dije mirando a Christopher.— Los años me han favorecido.— y gire sobre mis pies.— Buenas noches.

Tome asiento al lado de la esposa de poncho y los salude con entusiasmo, nos pusimos a platicar sobre los niños y Anahí se nos unió.

—¿No sabia que tenias hijos?— dijo Anahí.
—Si Anny, tengo dos preciosuras.— dije refiriéndome a mis hijos.
—Que bien guardadito te lo tenias.— dijo sonriendo sinceramente.— Entonces todos tenemos hijos, ¡Que bello!.— grito y aplaudió llamando la atención de la parejita que nadie notaba.
—¿Que bello qué¿.— pregunto Christopher y yo Sonreí.
— De que todos tenemos hijos. — dije.
—Yo no tengo.— dijo y me sorprendió.
—Ya bro.— le dijo Christian.
—Felicidades Dulce por tu embarazo.
—Gracias, pero de eso ya mucho.
—¿Dime campana cuanto tiene tus retoños?. — pregunto Anny.
— Tienen 9 años y 6 meses son gemelos— dije y hubo un silencio.
—Entonces te fuiste de aquí embarazada.— afirmo Maite.— Son mas grandes que Alexander.

Entonces su hijo se llamaba Alexander como él. Se que ella no tiene la culpa pero me hierve la sangre saber eso.

—¿Cuando me fui tu no estabas embarazada?.— pregunte.
—Si, de unas semanas.— contesto.
— oh entonces son casi de la edad.— fingí una sonrisa hacia  Christopher.— Si hubiera sabido que todos iban a traer a sus hijos traía a Ginna y a Luis.
—Se llama como yo.— dijo Christopher casi cuando mencione a Luis.
— Y como tu hijo Alexander.— remate, el solo acentuó.

En ese momento Pedro había llegado y nos saludo a todos, nos comento sobre regresar a los escenarios una última vez, casi todos estaban convencido menos yo y Poncho que teníamos en ocasiones trabajo afuera de México.

Cuando Pedro acabó de hablar creí que ya era prudente irme, había caminado un rato hablando con viejas conocidas y ya era hora para salir de vuelta con mis hijos que se habían quedado con Antonella en casa de mi madre.

Iba hacia el estacionamiento pero alguien me toco el hombro, voltee y vi a Christopher.

— Hasta luego.— y seguí caminado.
—Espera Dulce.— me detuve de golpe.
—Alexander no es mi hijo. — dijo aun yo de espaldas, el camino enfrente de mi y me miro a los ojos — Maite me engaño, dijo que esta a embaraza solo para amarrarme.
— ¿Y que quieres que diga?.— pregunte levantado las cejas.
—Lo recuerdo todo.— mi mundo se me vino a bajo.— Todo Dulce.— las lágrimas querían salir pero de rabia.— Siempre recordé todo, pero tenia miedo.— se acerco hacia mi y tomó mi rostro. — Me divorcie de ella hace años, pero Alex sigue siendo mi hijo lo adoro.— cerré mis ojos y deje que siguiera tocandome, ansiaba tanto sus caricias.
— No me intereza Christopher. — dije dando un paso hacia atrás.
—Dulce llevó años Buscándote.
— ¿Y para qué? Yo ya tengo mi vida hecha. No me importa que hayas tenido miedo, a mi que. Fuiste tan poco hombre que ahora ya no tiene un lugar en mi.
—¿Esos niños son mios?.— preguntó resignado.
—No, son mis hijos y su padre esta en Argentina.

Lo esquive y camine a paso acelerado las lágrimas salían de mis ojos. El seguía parado en el mismo lugar cuando arranque el coche y me fui de ahí.

REALIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora