Parte 6

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Lucas.

Son las 5.50 am. Estoy en la pista. No es que haya madrugado, definitivamente no pude dormir. Mi cabeza da vueltas. Qué pasa con ese niño chino. Porque tiene que ser tan raro.

No es que esté esperando verlo de nuevo. Su madre se enojo por algo que no me ha querido decir Bill. Tal vez decirle robot inanimado no fue muy inteligente.

Me deslizo una vez más por la pista los auriculares puestos, me encanta esta canción. (Luna, --Zoe). Escuchar mi idioma natal me tranquiliza.

Hago un giro. Mis ojos cerrados. Salto. Clavado. Otro giro. Me deslizo. Se siente tan placentero.

Vuelo un poco más allá en mis pensamientos. Los recuerdos de mi infancia. Los primos en la casa de la abuela. Las tardes calurosas jugando bajo los arboles. Mi hermana en la pista. su sonrisa y la forma en que se desplaza. Viene a mi cabeza la imagen de Yuki. Ahora que lo pienso me recuerda a mi hermana. Su deslizamiento en el hielo es tan delicado. Se ve tan liviano. Realmente parece volar. Sus brazos y piernas acompañan de una manera tan armónica y precisa. La forma de su espalda apretando por el conjunto deportivo, la curva que se forma en su cadera, la precisión de los movimientos acompañados de la postura de su rostro. Sus ojos negros mirándome. Qué?

Abro los ojos de golpe. Y veo a Yuki mirándome desde el otro extremo de la pista. mis pies se descontrolan.

Caigo.

- Hola – me dice acercándose un poco sonrojado- disculpa si te interrumpí, solo que arreglamos las coas con Bill y ya solo vendré yo a las practicas y Bill quiere que pasemos tiempo juntos y bueno estabas muy concentrado y parecías ido no quise interrumpir- me extiende la mano para ayudarme a incorporarme.

Le sonrió confundido y un poco avergonzado. Sus palabras se tropiezan y parece nervioso. Ahora que lo observo más de cerca, puedo ver que tiene un rostro muy hermoso.

Su cabello es negro y su piel tan blanca, sus pómulos sobresalen por debajo de sus ojos y sus ojos se pierden en una sonrisa radiante. Su nariz es pequeña y respingada, con un gesto la arruga de forma infantil.

En un tonto intento de levantarme vuelvo a caer. Coño que sucede con migo.

- Está bien, disculpa solo improvisaba. – le digo de forma casual.

Me mira a la cara y mira hacia nuestras manos que todavía continúan unidas. Coño. La suelto tontamente.

- Que estabas escuchando?- me pregunta curioso- me acerco e intento colocar los auriculares en sus oídos, se aleja un poco, me mira con los ojos como platos, creo que no está muy acostumbrado al contacto humano. Le muestro los auriculares como para que los tome.

Los toma y se los coloca. Reproduzco una vez más la canción.

- Es español?- pregunta- de que habla la canción?- me mira esperando que le cuente.

Mis ojos se posan en sus labios. De repente mi corazón se comienza a acelerar. Que pasa con migo diablos.

Tomo los auriculares. Y comienzo a desplazarme.

- Pues bueno tal vez luego podamos escucharla.

Yuki asiente con una sonrisa muy bonita y comienza a seguir mi desplazamiento. Yo patino hacia atrás el mirándome de frente.

Definitivamente es muy hermoso. Sobre todo ahora que esta sonriendo. Sus cabellos oscuros se mueven por la velocidad. Sus brazos son largos. Lleva una camiseta de mangas cortas. Su piel blanca brilla bajo la luz blanca. De donde salió esta criatura.

- Lucas, Yuki – me volteo de golpe y casi caigo nuevamente. Yuki me sobre pasa, sigue sonriendo. No puedo apartar la vista de él. Su figura es tan contorneada. Tiene un cuerpo perfecto. Puedo ver como los músculos de sus piernas se mueven con cada impulso y forman surcos bajo el elástico de la tela.

- Lucas – vuelve a decir Bill. Reacciono, me siento avergonzado. Bill esta mirándome de forma extraña.

- Si ya estoy aquí- respondo tratando de disimular mi vergüenza.-

- Oh pensé que seguías nadando en el mar de la testosterona. – me responde Bill un poco cabreado.

Miro a Yuki pero parece no haber comprendido lo que Bill intento decir.

Sonrió nervioso. Agacho la cabeza intentando dejar de sonrojarme como el gilipollas que soy. Mis cabello cae por sobre mi frente. Lo recojo bajo mi oreja.

- Ya terminamos?- me dice Bill mirándome cada vez mas enfadado.

- Terminar que le pregunto.- haciéndome el inocente.

- De hacer el tonto- me responde. Miro a Yuki el que parece muy confundido. Realmente se me nota o es que Bill me conoce demasiado?

- Ya tío estoy escuchándote- golpeo los patines en el hielo de forma que denote mi enojo..

- Ok – me mira reprochante.- Lucas quiero que ayudes a Yuki a elegir una nueva canción para su rutina. Te doy unos 3 días

- Yuki quiero que enseñes a meditar a Lucas, me ha dicho tu entrenador anterior que tienes una estricta rutina de meditación.- Yuki asiente

- Ok en marcha Yuki ve a calentar.- dice Bill

- Lucas – me dice sosteniendo mi brazo.

Miro como Yuki se aleja.

- Creí que eras heterosexual- las palabras de Bill me caen como un balde de agua fría.

Un escalofrió recorre mi espina dorsal, que coño acaba de decir.

- Lo soy Bill que te pasa- respondo como si me hubiera acusado de asesinato.

- Pues seca tu baba y deja de mirar al chico como si fuera un trozo de carne o te mando a correr alrededor de la pista hasta que se te pase lo adolescente hormonal.- me escupe Bill mientras me apunta con su dedo.

La verdad es que creo que si estaba mirando solo un poco, pero que más quiere el chico ni siquiera parece hombre.

- Ahora quiero que ayudes a Yuki con su nueva canción y no te pases. Te voy a estar observando.

Me alejo y volteo a ver a Bill. Con sus dedos en los ojos me hace seña de que me está observando. Mierda lo que me faltaba, que Bill me vea como un pervertido.

Observo a Yuki hacer sus altos. Volteo a ver a Bill pero este ya se ha ido.

Yuki me ve y sonríe. Se acerca. Mientras viene hacia mí, puedo ver como una gota de sudor se desliza desde uno de sus cabellos y baja por su cuello, llega hasta el hueco que se forma junto a su hombro sobre la clavícula y es lo mas erótico que he visto, la boca se me hace agua. Trago duro. Mi pene da un salto.

Mierda, mierda, mierda. Lucas qué coño pasa contigo.

Yuki parece no darse cuenta. Se para justo a mi lado y me observa como esperando. Puedo sentir su respiración agitada y el calor que emana de su cuerpo.

Yuki huele dulce. No lo había notado.

Mi pene vuelve a saludar. O mierda concéntrate.

- Ok, Yuki que música te gusta?- pregunto con una media sonrisa en mi rostro y tratando de disimular la media erección de mis pantalones. Qué suerte que no acostumbro a usar ropa ajustada sino quedaría en evidencia.

- Escucho música clásica y música típica de mi país.- ok el niño es un capullo.

- Te parece que podamos escuchar alguna de tus favoritas?- le pregunto

- Me parece bien. Las escucharemos ahora?

- Si te apetece puedes pasar por mi departamento después del entrenamiento.-

Yuki asiente y se aleja nuevamente de mí. Sus caderas bailan en un vaivén. Mis ojos bailan con ellas.

Desafío en el HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora