Desafío en el Hielo

PARTE 18

Lucas

El sol de Cataluña brilla alto los veranos de mi ciudad natal son intensos. Puedo sentir el sol quemándome.

Escucho risas de mis primos más pequeños jugando y corriendo por el campo de mis abuelos.

El calor es intenso, en la parrilla alguien está haciendo una carne asada. Se ve deliciosa. Puedo escuchar el chirrido de la carne asándose.

Mas calor, no puedo aguantarlo, es sofocante, es asfixiante.

Alguien llama a comer. El sol sigue caliente y la mesa se sirve como siempre entre risas y chistes, con el ruido de platos y cubiertos.

Llega mi plato. Mi carne está servida, deliciosa y caliente, puedo verla humeando. Quiero comerla.

De repente mi carne se mueve. No puedo creerlo. Se está moviendo. Mi carne me mira. Mi carne me sonríe.

Lucas....Lucas...Lucas....

Abro los ojos. Un Yuki medio adormilado y despeinado me despierta.

-Yuki- intento acomodar mi cabeza y los recuerdos de la noche anterior se agolpan. Mi pene saluda. Yuki se ve hermoso y parece más joven con esta apariencia de recién levantado de la cama.

Lo tomo en mis brazos, solo un poco más.

Yuki sonríe.

- Lucas debo irme la señora Saori va a matar si no estoy cuando despierte.

Sé que debo dejarlo, pero también sé que no tendremos otra oportunidad como esta para estar juntos.

Ayer intente decirle a Yuki que esto no puede continuar. Pero a quien engaño, no quiero que esto termine.

Aspiro profundo intentando retener el olor a Yuki. Yuki huele a caramelos y adolescencia. Mesclado con una perfecta noche de sexo.

Realmente debo dejarlo y tomar un baño de agua fría porque de lo contrario lo tomaría ahora mismo.

Mi pensamiento hace saltar a mi amigo.

- Lucaaaassss- dice un Yuki risueño intentando aflojar mi agarre.

- Solo un poco mas- y mis palabras parecen mágicas, Yuki se deja cae encima de mi y responde a mi abrazo.

Tomo su cabeza y la levanto para encontrar su mirada.

Los ojos de Yuki destellan, son cálidos y tiernos. Su sonrisa entre tímida y feliz hace que mi corazón rebose de felicidad. Yuki ha dado un vuelco en mi vida. Una razón mas para amar el patinaje, Yuki me ha sacado de la rutina y me a arrojado a sus pies. Como seguimos después de esto.

Yuki se aleja un poco y me mira. Se sonríe y ese rostro iluminado por la luz de la mañana es la cosa mas hermosa del mundo.

- De verdad tengo que irme – Lucas me dice antes de acercarse a mi rostro y darme un dulce y corto beso en los labios.

Lo tomo por la cintura y tiro de él para un poco más. Yuki responde y sonríe. Se levanta corre alejándose de mi.

- Lucas me tengo que ir- me dice entre risas.

- No- Respondo como niño pequeño.

- Nos vemos en el comedor- y se gira y sale del cuarto.

Me siento vacio. Abrazo la almohada que todavía conserva su olor. Y me aferro un poco mas a los recuerdos de Yuki.

Yuki sonriendo, Yuki y sus pequeños ojos. Las manos de Yuki, Yuki acariciándome.

Los labios de Yuki, pequeños y dulces, Yuki besándome.

- Ahhhhhhhhhh- doy un grito- Yuki que has hecho con migo-

Me levanto perezoso y voy directo a darme una ducha. Después del desayuno volvemos a la rutina.

Me apresuro, tengo muchas ganas de volver a ver a Yuki.