Parte 14

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Lucas

Llegue al departamento después de la practica y me dispuse a preparar el bolso para el pequeño viaje de recreo programado por la familia Daisuke.

Después de la maravillosa presentación de Yuki en el programa corto, ha dejado mas que conforme a su madre, que no dejaba de sonreír y parlotear en chico con su niñera, que lloraba de la emoción.

La señora Daisuke estaba tan satisfecha que queriendo retribuir el trabajo realizado, y nos termino invitando, a todo el equipo, a pasar un fin de semana a uno de sus mejores hoteles. 

Al principio Bill parecía un poco escéptico con la invitación, pero cuando la señora Daisuke le informo que sería en un complejo perteneciente a la familia, donde se recreaba su cultura y practicas ancestrales, Bill pareció motivarse y alego que eso sería maravilloso para que yo trabaje mi concentración.

Al final terminamos por aceptar y aquí estamos, a un par de horas de dirigirnos a un pequeño viaje de recreación. 

-Ok, que llevo? Bañadores. me digo a mi mismo

- Cepillo de dientes- me digo en vos alta- me dirijo al baño y voy por él. Cuando abro el botiquín veo el cepillo y a su lado un pomo de gel. Realmente estoy pensando en ello?

Después de la loca experiencia en la biblioteca de Yuki, no hemos vuelto a estar solos. NUNCA.

La señora Saori no deja a Yuki ni para ir al baño. Solo hemos cruzado miradas y charlas triviales o técnicas en la pista.

Mentiría si dijera que no he estado deseando como loco volver a besar a Yuki. Volver a tocar a Yuki. Pero también soy consciente de lo que Bill me dijo. Y tiene mucha razón, no podemos pensar más que en las prácticas y en la competencia. Pues para eso estamos aquí no?

Tomo el cepillo y cierro rápidamente el botiquín del baño.

La noche esta fría, aprieto mi bolso contra mi pecho, mientras espero que me pasen a buscar.en la entrada del edificio se puede ver lo fría que se ha puesto la noche.Mi aliento hace vapor cuando respiro, debería haber empacado  mas abrigo.

Mientras divago mentalmente, si subir por otra campera o solo aguantarme, la minivan ya conocida, de la familia de Yuki, dobla en el estacionamiento . Lo primero que veo es a la señora Saori junto a Yuki. Yuki me sonríe alegre y me saluda con una mano. La señora Saori me observa como si intuyera mis intenciones. Subo y me acomodo en uno de los asientos. Detrás de mi saludo con la mano a Bill, que me cuenta que Eva va en otro grupo y nos encontraremos en el complejo.

Tenemos unas cuantas horas de viaje hasta el lugar. La noche es fría pero dentro de la camioneta es diferente. Aprovecho que no tengo compañero de asiento y me estiro, tal vez pueda dormir un poco antes de llegar.

Cierro los ojos y puedo percibir el movimiento del vehículo en el camino. A unos pocos asientos esta Yuki. Yuki que huele tan dulce, Yuki que es tan suave. Yuki brilla en la pista. Y caigo en los brazos de Morfeo.

Una mano me sacude y no quiero despertar. Abro los ojos con mucho esfuerzo y es Bill que me indica que llegamos al lugar.

Todavía está muy oscuro afuera y el frío parece helar los huesos. Bajamos de la camioneta. El lugar es un hotel spa. La entrada es baja, blanca y luminosa. Nos reciben personas vestidas con ropa china haciendo reverencias.

Miro a Bill que esta tan divertido como yo.

Dentro nos acompañan a nuestras habitaciones. Nos han dado habitaciones  individuales a cada uno, creo que la familia de Yuki, reservo el lugar solo para nosotros, esto es genial.

Cuando ingreso a la habitación que ocupare por las próximas dos noches, La persona que me acompaña me indica que me debo quitar los zapatos, lo hago. Es blanca totalmente blanca. El lugar es más grande que mi departamento. El piso es de madera, y parece climatizado porque se siente tibio. Hay un enorme arco de madera tallada que divide la cama de un mini living con una mesa pequeña en el centro. Las paredes tienen cuadros y abanicos dorados.

Atravieso el marco de madera observando el espacio. La cama es amplia y se eleva un poco más de lo que he visto en otros lugares. Del techo cae un tul que le da un toque de película de reyes que me da risa. Nunca vi tanta extravagancia en mi vida.

Colgado de uno de los tirantes de la pared una yukata, que supongo es para colocarse mientras estamos aquí.

Debería ver el baño. Dejo mi bolso en la cama y voy al baño. El lugar es realmente una locura. Contrastando con el blanco de la habitación anterior el baño es totalmente negro. Tiene una enorme bañera contra uno de los lados y una ducha con puertas de cristal en el centro. Hay plantas colgantes que no me interesa saber si son reales. Yuki realmente tiene muchísimo dinero.

Escucho un golpe en la puerta que me saca de mi fascinación. Corro la distancia y abro. Es Yuki con la señora Saori a su lado.

- Lucas, vamos a desayunar?- me pregunta con una hermosa sonrisa. Y no hay forma que pueda negarme.

Bajamos en silencio y sin dejar de echarnos miradas y sonrisas. Realmente quiero tocar a Yuki.

La señora Saori me está fulminando con la mirada pero no me importa. Cuando entramos al comedor ya la mayoría de la gente de nuestro grupo está ubicada y parlotea de forma alegre. 

Puedo ver a Bill y Eva. Bill hace un gesto de que nos unamos. Miro a Yuki como preguntándole y me asiente dirigiéndonos hacia su encuentro.

- Qué te parece el lugar chico- me dice Bill ni bien nos sentamos, me ubico entre Bill y Yuki pese a los intentos disimulados de la señora Saori por quedar en medio.

- Es increíble- le respondo, realmente fascinado.

- Tu madre se ha pasado con esta invitación Yuki, es un lugar maravilloso.- dice Eva mirando a Yuki.

- Muchísimas gracias, mi familia se dedica a la hotelería entre otras cosas y este tipo de hotel  es uno de los que más estrellas a conseguido.

- Increíble, no quiero preguntar cuánto costaría si tuviéramos que pagar una habitación- comenta Bill y arroja una carcajada, mientras me codea de forma brusca, haciendo que me desestabilicé y casi caiga de la silla.

En la torpe maniobra, poso mi mano sobre la pierna de Yuki sin darme cuenta. 

 Cuando lo noto, observo a Yuki que me mira, entre sorprendido y sonrojado y es la cosa más linda que vi jamás. Me acomodo un poco sin quitar mi mano de su muslo. El mantel de la mesa es grueso y largo y las sillas están tan cercas que es muy difícil que alguien se dé cuenta.

La charla continua y los mozos han traído comida como para una hambruna de 7 días. Yo en mi intento de no apartar mi mano trato de utilizar solo una. Luego de varios sorbo de mi café y chistes de Bill, siento levemente como una mano se posa sobre la mía, giro disimuladamente y Yuki no me mira. Pero su mano me presiona y me toma con su agarre. Giro la mano para que las palmas se encuentren y nuestros dedos se entrelazan. La calidez de Yuki invade mi ser. Podría permanecer agarrado a el  por siempre. 

Desafío en el HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora