Capítulo 6. Señorita Jeon

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Colocaba flores, específicamente margaritas blancas, las favoritas del amo

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Colocaba flores, específicamente margaritas blancas, las favoritas del amo. Las colocaba en un florero en frente del ataud que descansaba en el piso del cobertizo y me arrodillaba todos los días a rezar por su despertar.

El estado de Washington no era tan frío  como lo era la vieja Rusia en días de guerra donde tenia una vieja colcha y la chimenea para entrar en algo de calor. La mansión era grande y había adecuado sistema de aislamiento del frío para los inviernos nevados. Era cálido en los veranos, fresco en primavera y en otoño era solo un preludio del invierno frío. Aburrido como cualquier otro lugar sin el amo, donde me vivia de remodelar yo solo la mansión y tenerla en un estado óptimo para el regreso del amo.

La mansión se había vuelto un mito de nuevo desde que yo no salía tanto o me notaba o iba mucho al pueblo, preferia ir al pueblo lejano en la vieja combi de colores psicodelicos que guardaba en un garaje que yo construi en el 89, lo prefiera así ya que mi pensamiento de que el amo despertaría de nuevo y seguro quería alimentarse siempre venía y sería muy sospechoso si los del pueblo me conocían como el hombre que vive en la mansión embrujada a la que nadie se acercaba, nadie entraba por el camino de tierra largo que conectaba a la carretera y la reja de hierro forjado de la mansión a unos 200 metros. Sólo hice lo que mejor sabía hacer, esperar con su regreso con adoración.

Espere.

Espere.

Le rece.

Y sobre todo llore, era tan frío todo y no era porque estaba en la parte norte del país, estaba seguro que con  su presencia todo sería más cálido. Con verlo sonreír, sacudir mi cabello, cuando me abrazaba, cuando me dejaba lavar su cabello, cuando hacía cualquier cosa y nuestras miradas se encontraban era como ver luz.

Siempre me perdía en los recuerdos del amo que me hacían suspirar mientras limpiaba o trabajaba en la mansión, era lo que me levanta el ánimo en los peores días de lluvia y nevadas fuertes donde agarraba mi manta para acostarme al lado del ataud.

Espere incluso cuando llego el nuevo milenio y decidí comprarme hacerme una torta para celebrar mis cien años como... Usaré el término del señor Stoker aunque no beba sangre, Vampiro. Celebre comiendo la torta yo solo y sople la vela con un solo deseo que no contaré para que se cumpla.

Espere.

Repare,

Le rece,

Pero sobre todo contuve mis lágrimas ya que se que no le gustan verme llorar, la vida era dura y monótona en la soledad de la mansión sin el...

Tok Tok Tok...

La puerta de la mansión sonó una primavera del 2010 mientras yo terminan de arreglar la tuberia de uno de los baños. Nadie tocaba la puerta de la mansión, nadie se acercaba a la oscura mansión con un cementerio a un lado y una reja llenas de enredarse. Corrí rápido hasta abrir la puerta y encontrar a una niña con dos trenzas a cada lado de color marrón, ojos rasgados, con traje de niña exploradora y un coche rojo lleno de cajas de galleta.

DEVOCIÓN »»»» Ongniel (Wanna One) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora