Capítulo 8. Un Simple Sirviente

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Deje unos girasoles frente al ataud del amo y me arrodille como todas las mañanas a rezar

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Deje unos girasoles frente al ataud del amo y me arrodille como todas las mañanas a rezar. Colocaba mis manos en aquel lugar de encierro que tanto me atemorizaba y rezaba por su regreso, que tal vez cada día faltaba menos y lo sabía al ver crecer a Somi Douma Jeon, ella crecía cada vez más y seguía siendo la niña más pura que habían visto mis ojos alguna vez. Una parte de mi quería que se quedara por siempre así y no sea igual a los asquerosos humanos y otra parte de mi quería que fuera uno de ellos y no tener que llevarla a la paz.

— Por favor, regresa, amo. No se que hacer sin ti en esta situación — pedia con plegarias solo para él como mi mantra.

El amo era el ser más sabio que había conocido y él lo podía todo, tal vez si lograba mantener a Somi tan pura como era y con lo parecida que es a mi persona, solo tal vez se vuelva en uno de nosotros.

Somi Douma Jeon había quitado algo de la soledad que había dejado él amo al entrar al sueño, ya no se sentía tan frío el estado de Washington y los días eran más acogedores. Ella me enseñaba todo sobre el nuevo mundo y época que parecía lleno de máquinas y cosas tecnológicas que no lograba entender, me enseñaba del mundo visto a su manera y él mio dejó de ser tan oscuro en ciertos sentidos.

— Margaret Wu es una perra, te lo digo Seongwu. La vi teniendo sexo en el baño con Tommy McCoy, solo para que le hiciera su tarea de física — Confesó mi amiga  mientras comía helado en su Casita morada junto a mi — Los momentos más traumaticos de mi vida y fue estar escondida en un cubículo, ojalá tu nunca pases por nada igual.

— Creo que la palabra que usaste no es la adecuada para que una señorita se refiera a otra — comenté algo disgustado por su elección de palabras — Que ella siga la mala vida, no significa que te rebajes a calificarla con esas palabras — El amo me había enseñado modales y esos no eran los adecuados — Aunque me alegra verte bien aunque hayas visto un acto tan sucio y pecaminoso como tener relaciones por intercambio de bienes.

— ¡Oh, mi querido amigo! Te has ido de Inglaterra, pero Inglaterra no te ha dejado a ti con esas costumbres y modales de sirviente de alguien — Se acomodó en su silla señalandome con su cuchara, ahora tenía 15 años y ya era toda una señorita

— Soy el sirviente de mi amo — respondí sin entender su queja de mis costumbres

— El amo esto o el amo lo otro, siempre escucho eso como si fuera el centro de tu universo y hablas de él con una sumisión al estilo Smithers de Los Simpsons. Pero nunca he escuchado su nombre o le he visto — Se quejó la chica ansiosa por conocer a la persona que tanto hablaba su amigo.

— Ni que lo veas. Eso sería lo más adecuado — dije de inmediato, no sabía como podría reaccionar el amo con mi amiga, pero si sabia que todas las mujeres que habían entrado en nuestras vidas terminaban 3 metros bajo tierra, pero en el paraíso. No quería que Somi se alejara de mi tan pronto — Él es algo especial con las mujeres...

DEVOCIÓN »»»» Ongniel (Wanna One) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora