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EzarelZafiro entró como bala acompañado de Eweleïn, ambos se quedaron en shock cuando la vieron, la elfa se quedó quieta, pero no fue por el impacto de la imagen, sino por otra cosa que al pelo camaleón le importó una mierda.
Se acercó sin dudar y la cargó, no sé si consideró el hecho de que si la tocaba probablemente quedaría infectado, pero si lo hizo, vaya... La debe de apreciar tanto para enfermarse de mortalidad y que ella sea la prioridad de sus acciones.
No tengo tiempo para pensar en lo que pasó hace menos de cinco segundos, ahí, cuando una fracción de recuerdos azotaron mi cabeza, que aún palpitaba desde dentro y me mareaba.
—Vamos a la enfermería, Eweleïn.
Era más que un pedido, un ruego.
—No voy a exponer a mis pacientes con eso.
—No te pregunté si querías —su tono de voz cambió rotundamente—, te dije, vamos a la enfermería.
—Yo también corro el riesgo de morir —alegó—, sin mí, esas personas no son nada.
Eweleïn se estaba comportando como una verdadera perra, eso es seguro.
—Déjala aquí —pedí levantándome turbado, caminé a mi mesa de trabajo y coloqué una manta en ella, Zafiro obedeció.
Fui dando tumbos hasta donde Ágata garabateaba cosas en una libreta.
—Eweleïn, vete —dije duro.
— ¿Qué? —Inquirió—, No.
— ¡Lárgate de una vez! —Vociferé—, ¿Tienes pacientes, no? Vete entonces, no te necesitamos aquí.
—Pero...
— ¡Fuera! —gruñimos Zafiro y yo al mismo tiempo.
La chica, echando humo por las orejas, salió con pinta de furia. Tomé la planta, con mucho cuidado, fue lo único que Ágata no logró tirar de la mesa, la puse sobre una mesita de mayo y saqué otros utensilios que me servirían.
—No sé si sepas manejar este tipo de cosas —le comenté al hombre—, pero necesito que...
—Creo saberlo —me interrumpió—, ésta enfermedad contamina en maná y acaba con la persona en cuestión de minutos... Trataré de regularizar la cantidad del suyo con el mío.
—Cuando lo saques de su cuerpo —le aconsejé—, guíalo hasta aquí —le puse a su lado la planta—, procura que no te toque.
—Bien —dijo colocando sus manos en el aire, sobre los brazos de Ágata, recién adquirían un color morado claro.
Revisé la libreta, leí cada párrafo, me deleité con aquellas letras raras que escribió la pelirroja.
Fuego contra fuego.
Vaya, es inteligente después de todo.
Tu panecillo.
Mi cabeza era como una pelota y Ágata era un bate que constantemente me golpeaba, en otra vida ella podría ser un beisbolista profesional...
Céntrate, Ezarel, deja de pensar en ello.
Debo de crear una especie de antiviral en tiempo récord, Zafiro en cualquier momento se va a desmayar y yo tendré que ser rápido para cuándo Ágata dejé de recibir el maná que necesita.
Necesitaba plantas medicinales, mis reservas estaban vacías, debía buscar más, pero no podía dejar a Zafiro solo, si lo hacía, él estaría débil por la falta de maná y el de Ágata se iría contaminando poco a poco. Probablemente ambos morirían.
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CANCELADA•••|Eldarya|••• Tus Ojos En Mi (Ezarel)
FanfictionÁgata sin duda tendrá la mejor de las estadías en Eldarya, ¿Por qué? Porque todos sus días estarán acompañados de todas y cada una de las bromas de Ezarel, desde las más tiernas... hasta las más pesadas. Todos podemos aguantar una broma o un insult...