Capítulo 22

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POV Lauren

-Había una vez una chica, ella era una princesa, esta princesa no buscaba oro, ella lo tenía en su corazón, tenía la mayor riqueza y toda aquella riqueza estuvo destinada a ser de una chica que se convirtió en la dueña de su mirada.

La princesa había sido herida, ella tenía miedo a amar, tenía miedo a que la chica no le correspondiera, tenía miedo a los dragones, tenía miedo a ser ella, tenía miedo a no ser valorada. Pero el amor está en eso, está en temer a la oscuridad incluso, como si de una niña de 5 años se tratara. El amor consiste en arriesgar, consiste en bajar tu espada aún sabiendo que tu amada con su arma te puede matar. Consiste en ser frágil.

Aquella princesa de la que esta historia habla fue a la guerra a tratar de encontrar a aquella chica entre el bosque escondida, no le importaba jugar a las escondidas con ella, solo quería poder besarla.

¿Pero qué crees?, el amor... ya te dije, el amor suele herir pero si es el indicado el destino se encargara de unir a quienes tienen que estar juntos, sean segundas oportunidades, hilo rojo o pasar de ser olvidado a ser buscado por la persona que se ama.

Dime ahora ¿es lo que sientes por él amor?

-Eso fue hermoso, me encantó tú manera de hacerme entender, si, lo amo_ dijo Ally abrazándome con todas sus fuerzas_ ¿es esa tú historia con Camila?

- No lo sé Ally, la princesa la ama a ella, a la chica, la chica huyó, no tengo una segunda oportunidad, tú sí, aprovéchenla.

Llamé tras dejar a mi acompañante en su casa al abogado de Troy, citamos solo él y yo para poder establecer la manera de llegar a una conclusión y el proceso a seguir antes de sentar a los jóvenes frente a frente en una sala para estampar su firma en aquellas hojas.

Salí rumbo al supermercado del centro de la ciudad, quería extrañamente prepararme una buena cena y luego vería The Notebook, pasaría la noche disfrutando después de tanto de mi compañía.

Unas cuantas papas, cebolla, pan artesanal para hamburguesas, salsa hawaiana, soja texturizada, jarabe de fresa, helado de vainilla y leche. Tendría una cena que a cualquiera haría babear con solo olerla a la distancia.

Caminaba con todo aquello por los pasillos del establecimiento hasta que de pronto la vi a la distancia, Camila, sentí como mi corazón se aceleraba y de pronto ella era el punto más magnatico que atraía una especie de imán en mí.

La extrañaba, quería poder amarla, todo parecía confabular. Ella tenía una clara cara de indecisión en su rostro mientras sostenía y estudiaba cuidadosamente dos cajas de sopa instantánea.

-La de pollo te gustará, Chicken Little_ dije riendo de mi propia broma, solía decirle aquello cuando comía aquella carne pues ella decía que yo comía cerebro de mono y a Nemo, solíamos ser crueles.

- Tú_ dijo asombrada mirándome para luego bajar su cabeza avergonzaba.

-Y tu..._ dije sonriendo ampliamente, ella era la chica más tierna que conocía.

-Lauren yo lamento todo, yo no debí, yo estaba huyendo, tuve miedo..._ iba a seguir hablando con la misma rapidez que lo hacía pero un impulso nervioso me hizo besarla para callarla, había de dos, o me abofeteaba o me correspondía, cualquiera de ambas acciones me harían entender más de lo que llevaba pensando desde que ella se había ido.

Estábamos ahí, en el pasillo, dos chicas con productos entre sus manos que se besaban, ella rozo mi labio inferior, pidiendo acceso y yo por supuesto no se lo negué, el beso se acabó lentamente y de inmediato abrí los ojos para ver su reacción, ella me miro directo a los ojos y sonrió, quería creer que aquello era amor y la historia de la princesa uniría a las almas que estaban destinadas, aquel sentimiento en mí no podía ser solo mío, era muy grande para que ella no sintiera al menos la mitad.

-Lauren tengo tanto que decirte_ me dijo desesperadamente acomodando un mechón de mi cabello detrás de mí oreja, yo asentí.

- Yo tengo tanto que escuchar_ dije provocando que la línea curva en su cara volviera a aparecer, ¿esa supone que será tu cena?_ pregunté señalando la caja de sopa de pollo en su mano.

- Si, delicioso_ dijo con un claro sarcasmo.

- Podemos, digo, si quieres, voy a cocinar, hamburguesas y milkshake si quieres podemos, ya sabes, puedes venir conmigo, los planes eran ver luego una película pero eventualmente podríamos hablar si quieres.

-¿Qué película Lauren?_ preguntó ella con interés.

- The Notebook

- No me perdería de una cena tan magnifica y mi película favorita, ¡vamos!_ dijo colocando la caja en el estante y caminando hacia las cajas.

Era el ¿destino? Lo descubriríamos esa noche...

I was/am LaurenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora