Capítulo 33

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POV LAUREN

El cuarto mes de embarazo fue un hermoso caos en mi mente.
Camila solía venir a dormir en mi casa pues decía que así ambas disfrutariamos de aquel período de gestación juntas, yo me estaba empezando a convencer de que el realidad con el crecimiento de su barriga se le hacía cada vez más difícil lograr una postura en la que lograr dormir y tenerme a su lado cumplía muy bien la función de almohada sobre la cual apoyar su vientre pero aquello no me molestaba para nada, lo cierto es que me gustaba demasiado, tener a Camila abrazada a mi al dormir me calmaba y hacía florecer en mi un estado de protección sobre ella y mi bebé.
En lo que a mi enfermedad correspondía ahora estaba apostando por el tratamiento personalizado del cáncer con un método conocido como inmunooncología.
Los efectos eran cada vez más frecuentes, todo el día estaba cansada, vomitaba y los dolores de cabeza eran aveces insoportables pero en realidad finjia estar bien para no causarle preocupaciones a Camila que parecía llevar su embarazo bastante bien.
Aún tenía demasiado presente aquella conversación en el auto después de volver de la consulta con el estúpido ex ginecólogo a comienzos del mes, recuerdo que cuando Camila regresó luego de haber ido por la toalla junto a la enfermera yo estaba ya afuera de la sala con las llaves del auto entre mis manos sonandolas, el típico lenguaje no verbal que anuncia que es tiempo de irse, no dije nada y ella agradeció a aquel engreído y me siguió. Conduje rápido por unos minutos y cuando recordé que la tenía en el carro conmigo reduje la velocidad mientras sentía su mirada cuestionante sobre mi.
-Que te pasa linda?_ dijo acercándose a mi tenso cuerpo y besando mi mejilla dulcemente.
- Estoy molesta_ respondí yo sin apartar la vista de la carretera.
- Eso lo sé_ puso su mano sobre mi regazo, era tan tierna y me sorprendió darme cuenta de que tenía un increíble control sobre mi enojo incluso_ pero...¿por qué estás molesta?_ detuve el auto a un lado de la carretera y la miré, ella no tenía la menor idea de mi disgusto y supe que debía calmarme y escuchar lo que ella diría al respecto.
- El ginecólogo...¿ estuviste con él en algún momento?
- ¿Con él doctor?_ su tono fue de total asombro_ Nunca Lauren, nunca...¿ porqué lo preguntas?
- Él me dijo que tu me mentiste, que el bebé no es mio sino suyo _ su mirada fue de entre ira y incredulidad.
- ¿ Y le creiste Lauren?_ pasó su mano por su frente con molestia_ me estoy cansando de esto entre tu y yo...creo que deje claro que es tuyo y creí que ya habías entendido, me harta estar siempre luchando contra lo que otros digan, si queremos que lo nuestro funcione tenemos que hablar las cosas, no te puedes enojar por lo que alguien diga ni yo tampoco, una relación es entre dos y debemos siempre hablar las cosas entre nosotras. Quiero que me escuches una vez, creo que es suficiente si en realidad me quieres...Yo nunca he estado con el medico, nuestro bebé es tu hijo, es tuyo y eso es todo lo que es real, ya lo escuchaste y si me amas no volverás a cuestionartelo porque le crees a ciegas a la persona que amas, en eso se basan las relaciones, en confianza ¿entendiste?_ nunca había estado tan segura de la madurez de una persona hasta que la oí decir aquello y lo supe, yo no debía de pelearla con nadie, sólo debía conquistarla cada día y amarla, sin ataduras, sin celos, sólo amor, confianza, respeto, debía amarla.
Aún así Camila decidió que debíamos cambiar de ginecólogo, yo no le dije nada para no molestarla pero ella misma supo que el doctor estaba medio loco y me dejó ir a verlo y hacerselo saber, no me vengue, sólo tuve el placer de decirle que "Mi novia" ya no sería más su paciente y aquello me había hecho sentir demasiado bien a decir verdad.
Aún no éramos novias, salíamos a cenar todos los sábados y solía ser como si nos estuviéramos conquistando, me ponía mi mejor traje y ella su mejor vestido, de los que le quedaban aún porqué su cuerpo estaba cambiando mucho, yo le llevaba flores y ese día, por más ilógico era el único en la semana en el que ella dormía en su casa porqué yo me encargaba de ir a recogerla y a dejarla a su casa, me daba un beso de despedida y me hacía saber que estaba en el camino correcto porqué jamás había estado tan plena como ahora a pesar de que aún la tormenta no pasaba por completo.
Todo estaba bien. Camila parecia estar determinada en calentarme, cada vez que tenía oportunidad me daba besos acalorados y se subía en mi regazo, haciendo que el calor en mi subiera pero yo aún no hacía avances, tenía aquel deseo de que fuera especial así que seguía pensando que el momento perfecto debía llegar, no era nuestra primera vez pero al menos quería poder decirle lo que sentía en mitad del acto sin temer a que no me contestara, quería saber que era más que algo espontáneo.
Ella estaba para muchos empezando el embarazo, Dinah no parecía entender lo que era estar embarazada y constantemente las encontraba jugando fútbol americano y aquello con la rubia podía ser un deporte extremo, yo sólo me preocupaba porque no midiera su fuerza. Camila solía decir que me tranquilizara, yo ni siquiera dormía pensando en que en cualquier momento nacería y Ally y Normani solían burlarse de mi diciendo que para cuando fuera el momento de ir al hospital no podría ni hablar del insomnio, creo que en aquello consistía esperar el nacimiento de un hijo para algunos, para mi era una hermosa preocupación constante.

I was/am LaurenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora