I was/am Lauren

Epílogo

POV LAUREN

-Bebe quédate quieta_ le dije a Karla que se retorcía en mis brazos y ella, que a pesar de tener tan solo cuatro años entendía y era obediente, se acomodó en mi regazo dispuesta a escuchar el cuento de antes de dormir.

Aun recordaba como hace dos años nos habíamos conocidos y aquella hermosura chiquita me amo rápidamente. Aquel día que habíamos ido a la casa de los padres de Camila la niña no paró de esconderse de mi tímidamente entre las faldas de su madre pero no había costado mucho construir una relación con ella, tenía tan poca edad que basto mostrarle lo mucho que la amaba antes de incluso conocerla e ir por helados al parque y ver películas en el cine para que yo fuera su pregunta frecuente cuando no estaba cerca, creo que no era mas que demostrar los sentimientos lo que un niño de esa edad debe percibir para dejarte formar parte de su mundo.

Hacía ya un año que Camila y yo nos habíamos regresado a New York y vivíamos en mi penthouse ahora pero el compartir cama durante aquel primer año en Miami había resultado en regresar ya a la espera de una segunda hija que había llegado a nuestra vida hace ya ocho meses.

-Entonces Karla_ dije mirando sus ojitos esmeralda y lo tierna que se veía con su pequeña pijamita de mariposas_ de que quieres el cuento hoy?

-De princesas "mamá"_ aquella última palabra siempre la decía en español pues Camila insistía en que habláramos aquel idioma lo más posible frente a la niña para implantarle nuestras raíces.

- Okay, esta historia es sobre dos princesas_ vi sus ojos abrirse emocionada_ y es de amor_ con nuestra hija, con ambas en realidad aunque la pequeña Aria aún no se enterara de mucho a su alrededor, éramos claras con nuestro amor, con nuestras muestras de afecto, con demostrarles que éramos una pareja, una familia y que aquello no debía ser visto con morbo.

-Amor_ repitió la pequeña mirando sus deditos mientras jugaba con ellos.

-Okay, había una vez una princesa herida con un corazón de oro. Esta princesa conoció cierto día otra princesa y se enamoró. La miro y supo que de pronto su corazón latía más rápido a pesar de estar lastimada. La princesa que había conocido la vendo pero tuvo que irse, son cosas de la vida, pero nunca olvidaron lo que aquel encuentro las había hecho sentir.

Luego, muchos años después el destino las unió, y la princesa supo que su lugar era en brazos de su otra princesa que la hacía sentir como en casa.

-WOW_ mire a la niña que estaba observándome fascinada y no pude evitar darle unos besos en sus rosados y grandes cachetes_ "mamá!"_ empezó a decir intentando zafarse de mi ataque de besos.

-Ustedes dos, a dormir_ entró Camila al cuarto con Aria, nuestra pequeña hija que reía a carcajadas de ver mi interacción con Karla, era una pelota gordita y ella era un clon de mi novia, eran igualitas. Camila me hizo señas de que me acomodara para tomar a la bebe en brazos y Karla se levantó para dar espacio a acomodar a su hermanita también en mi regazo, ambas se adoraban, Karla se pasaba horas mirándola y siempre que estaba cerca Ari no paraba de reír, eran perfectas.

El vientre de Camila cada día crecía más también y con ello se cansaba y me tocaba a mí hacerme cargo de nuestras hijas.

-Duérmelas, Ari ya tomo su biberón y el de Karla con chocolate está ya listo en la cocina, te espero en la cama, iré a intentar dormir, estoy cansada y hoy esta pequeña_ dijo tocando su vientre y despertando con ello la obsesión de Karla por poner su mano también sobre el estómago de su madre para "sentir a la bebe" que apenas tenía cinco meses en el vientre_ a estado bastante inquieta.

- Esta bien amor_ ella se acercó a mí y me beso en los labios_ descansa.

La lucha comenzaba, Karla se negaba a dormir y Ari se alteraba junto a su hermana para no quedarse atrás.

Duré casi dos horas para tenerlas a ambas dormidas y en su cuna y cama. Ari había tomado su chupón, había decidido que era buen momento para hacer sus necesidades y yo había tenido que limpiar su pañal y cambiar su pijama pero al fin el silencio se apodero de la casa.

Yo camine hasta la habitación, me duche y luego llegue a la cama intentando descansar al fin. Me acosté de mi lado de la cama y Camila se volvió hacia mí, aún estaba despierta y me beso.

-Ya lo lograste?

-Claro, al fin, como está la pequeña ahí dentro?_ dije tocando su vientre y amoldando su cuerpo al mío en posición de cucharita para dormir.

-Está inquieta, que te parece si tú y yo tenemos un poco de acción?_ roso su cuerpo contra mi miembro que respondía muy rápido a sus provocaciones y yo suspiré audiblemente.

-No estabas cansada?_ agregue riéndome de su extraña obsesión por hacer el amor recientemente.

- Para nada, puedo acabar lo que desperté con solo mi boca

- Espera, quieta.

Me levante y la vi despojándose de sus prendas. Tomé mi miembro entre manos aun con solo el bóxer que me había puesto para dormir evitando el contacto directo y la mire, expectante y desnuda mientras rozaba ligeramente su centro a mi espera.

Aquello se había vuelto algo diario para nosotras, hacer el amor era algo tan constante que cuando Aria había nacido y yo había dado espacio a Camila para recuperarse habíamos tardado solo dos meses en hacer otra bebe para la colección de princesas que ahora tenía.

Según el doctor nuestras hijas eran producto de todos aquellos tratamientos que había hecho años atrás que ahora surgían efectos tardíos. Era un milagro en lo personal.

Nunca se supera algo como la pérdida de un hijo y aquello significaba que yo aún seguía pensando en Dani algunas veces pero ahora tenía un presente, uno que era más de lo que imagine llegar a vivir y era tan feliz, tan plena.

Camila me beso y se durmió después del acto entre mis brazos, tenerla ahí, siendo parte de mi familia era un sueño, un sueño que ahora era parte de mi vida real.