Y te fuiste desprendiendo
como una hoja de otoño,
con la suavidad necesaria
para no causar heridas
A veces un roce
con la ayuda del viento
A veces un beso
que impulsa la lluvia
Tal vez un te quiero
y una caricia,
o quizás un abrazo
y tu mejor sonrisa...
Mas la suerte está echada,
no existe la marcha atrás
Una vez que te decides
te desprendes y te vas...
Y así te veo soltar y flotar,
queriendo detener el tiempo,
a veces con prisa
y otras muy lento...
Entonces me quedo,
me callo y espero...
Me muestro muy fuerte,
sonrío y comprendo...
Cual hoja de otoño
te vas desprendiendo...
Que pasen los fríos,
que pase el invierno,
pues me ves vulnerable
y te muestras muy tierno.
¡Ya vete! ¡No esperes!
La primavera está por llegar
y aunque no te guste nada,
otras hojas me vestirán...