Hoy, un día agotador...
Llego a mi casa cansada y de malhumor
Me saco el abrigo y lo tiro en el sillón
Allí está el perchero
Parece mirarme con reproche
como diciendo que no le doy el lugar que le corresponde...
A desgano, tomo mi abrigo
y me acerco con la intención de colgarlo
pero me paro en seco
pues me invade tu perfume...
Allí, colgado, está tu abrigo
El que dejaste cuando te fuiste
Mi malhumor desaparece
dando paso a la angustia
de haberte perdido
Tu perfume revive en mí
todo lo que juntos vivimos
Éramos felices
Nos amábamos
Pero te fuiste sin mirar atrás
Ahí está tu abrigo en el perchero...
Será el que use para entibiar mi alma,
ahora que me faltan tus brazos,
ahora que me falta tu amor...