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Se prometio vengarse. Se prometió desaparecer a una persona del mundo, y a más si se metían en su camino, aunque costara su vida lo vería morir.

- Te lo prometo Hoseok- sonrió levemente para  mirar la cadena que tenía a sus pies y apretar sus ojos. - Te lo prometo -

..

- Vamos Taehyung que es lo que sabes? - el chico del pelo rojo sabía cuando le mentían, especialmente cuando lo hacía el.
- Lo lamentó Kookie, pero son cosas de la agencia - hablo firme. Jungkook al escuchar su respuesta abríos sus ojos, había crecido, ya no era tan incrédulo como antes, ya no necesitaba ser atendido ni protegido por Jungkook, ya era todo un hombre.
El pelirrojo solo pudo rascar su cabeza y negar.
- Bien, lo haré yo mismo - camino hacia la puerta pero la mano de Tae lo detuvo. El chico por dentro grito victoria.
- No te diré Kook, pero solo ten en mente, que cualquiera cosa que pase yo estaré ahí para protegerte, y no dejare que nadie te tope - el agarre de Tae rápido se volvió un toque de comfort para el chico. Sus palabras quedarían marcadas en la mente de Jungkook para siempre.

- No hables mas Tae Tae - respondió el chico tomando su mano y jalandolo para un abrazo.
- Yo cuidare de ti, solo porque hayas crecido, no solo de edad pero de tamaño - hablo viendo como ahora cuando se abrazaban sus brazos se sentían diminutos al lado de los de Tae.
- Seguiré siendo yo quien te proteja - el chico escuchando estas palabras sonrió y escondió su cabeza en el cuello de su amigo. Pensaba como lo perdería todo si perdía a Jungkook o a uno de sus amigos cercanos .

- Te prometo, no dejar que Namjoon se acerque a ti - hablo y pudo sentir como una lágrima caía de sus ojos.
- Tae - Jungkook Se despego del abrazo y con ambas manos tomó el rostro del chico. - Estaré bien - dijo dándole una sonrisa de esperanza. El chico asintió y quitó su lágrima rápidamente. Ambos chicos eran tan cercanos que no sabrían que harían si uno se iba de su lado.

...

POV de Halley

- No ha comido nada desde  lo que paso - hablo Mina con su mano en mi hombro. Suspire lento. Sabía que dejar a Jimin no sería nada bueno, por más que los chicos quisieran el necesitaba ayuda.
- Lo siento Mina, yo hablaré con el - acaricié el rostro de la señora y al mirarla me fijé que estaba un poco más viejita. Su pelo ya completamente blanco y su rostro aún con más arrugas, caminaba un poco más lento y sus oficios eran cada  vez menos.

Sonreí para decirle que el estaría bien, que dejara de preocuparse por el chico, las preocupaciones no eran buenas y menos a su edad. Ella sonrió igualmente y hablo antes de dejarme ir.
- Esta en el patio - terminó para caminar, y me sorprendí. A Jimin no le gustaba tocar el exterior, no le gustaba ver a el otro mundo como decía y menos solo. Asentí con la cabeza y camine hacia afuera, el día era algo nublado pero aún así se veía algo de sol.

Camine hacia las puertas de cristal que ilustraban lo que había hacia afuera, pero si mirabas de afuera hacia adentro no se veía nada. Jimin estaba acostado en el piso, traía unos joggers y un polo normal con lentes de sol. Ambas manos colocadas en la parte trasera de su cabeza y sus piernas cruzadas. Sonreí al ver lo normal y humano que se veía.
- Intentas tomar el sol? - hable despacio para acercarme y sentarme al lado suyo.
- Hall - hablo inseguro, iba a levantarse pero lo detuve recostándome a su lado.
- Tranquilo Park - sonreí y puse mi mano en su pecho.
- L..lo siento y..yo no se que me paso, yo - lo silencie con cuidado, ahora no tenía miedo. Al recostar mi cabeza de este pude escuchar como suspiraba con dolor, y su corazón palpitaba.

- Estás bien? - reclame sentándome de lado  para mirarlo. El asintió sin mirarme, aunque las gafas eran negras podía saber  si mentía o no. - Jimin? - hable cuestionándolo. Me acerque para quitarle las gafas pero rápidamente su agarre en mi muñeca me detuvo.
- Te dije que estoy bien Hall - gruño y apretó mi muñeca, me dolía tanto, podía sentir sus dedos marcarse en ellas. Pero esa no era mi preocupación en ese momento.
- No me mientas maldita seas! - escupi y pude ver como se sentó para mirarme aún sin soltar su agarre. Esta vez sus uñas clavaban en ella.
- No me grites - hablo despacio para sonreír. Se veía tan oscuro, tan extraño.
- Jimin - mis ojos se cristalizaban. - M..me lastimas - hable y al escuchar esto algo en el reaccionó. Soltó rápidamente su agarre y miró mi muñeca, su rostro de lastima y decepción había aparecido nuevamente. Era como un ciclo. Fruncí mi ceño al ver que se disculparía pero lo detuve con la mano.

- Que te paso? - hable mirándolo. Levante mi mano nuevamente para quitarle sus lentes. Con miedo a que reaccionaría como lo hizo hace unos segundos, pero estaba tranquilo. Los quite para ver sus hermosos ojos azules pequeños, siendo iluminados por la luz del día, pero uno de sus ojos estaba morado, casi negro. Bajo su cabeza con vergüenza y levante su rostro con mis pequeñas manos al lado de el.
- Quien te hizo esto? - ahi me percaté que de seguro estaba lastimado en otros lugares y lo ocultaba. - Jimin?! - reiteré para que respondiera pero no lo hacía. Puede que sea loca al retarlo, sabiendo como el podía reaccionar, pero su estado me preocupaba. Sin más yo.. lo amo.

..

- Estoy bien - hablo el chico y mis lágrimas no se aguantaron. La chica no se podía imaginar como había recibido esos golpes, no quería.
- Halley, no - dijo limpiando las lágrimas que caían como aguacero. Por más que el chico no le enseñara sus sentimientos, le dolía verla así. Algo adentro de su cuerpo se rompía cada vez que la veía triste o preocupada. La tomó entre sus brazos y acarició su cabello para que se calmara. - Estoy bien pequeña - repitió para hacerla sentirme mejor, a pesar de que Mina paso un gran susto al ver como el chico llegaba a la casa herido. - Estoy bien - un suspiro sonó al unísono, el no podía creer como aún ella no se habia apartado de el. Como aún seguía cuidadonlo y queriéndolo sabiendo que el solo podía lastimarla a cambio, intentaba cambiar por ella pero era algo imposible para el, por su padre, era como una maldicion, un demonio, una marca de Caín. Iba de generación en generación, su padre, su hermano y ahora el. Era algo que estaba destinado a ser por más que intentara cambiar.

...

- Well, well, well - hablo el vestido de naranja.
- Es la primera ves que hablas conmigo y no con Yoongi - rio y se recostó del sillón. Taehyung lo miró y pasó una nota sin decir nada. - Es como si estuvieras enamorado de el - rio incrédulo tomando la nota que el chico le había pasado.

- Todo está siendo grabado, solo lee lo que dice aquí, no preguntes - el chico morido su labio inferior y lo miró incrédulo.
- Y como se que no mientes? - escupió mirándolo fijo. Tae recostó ambos codos de la mesa y miró hacia las direcciones donde se encontraban las cámaras y micrófonos. Namjoon asintió.

- Sabes que morirás aquí? - escupió el chico, para mirarlo. Namjoon asintió y leyo del papel.
- Crees que no saldré de aqui? - dijo con un tono perfecto para que fuera creíble lo que decía. Taehyung rio, era algo oscuro y eso a Namjoon le había sorprendido.
- Como Crees que saldrás si tú amigo está en otro lado? - pregunto mirándolo seco.
- No tengo amigos - escupió y sonrió. Era como una prueba de mentiras.
- Pero siempre has estado con el - interrumpió Tae mirándolo fijo. Se intercambiaban miradas, tantas que daban miedo.

- No tengo amigos - reitero y el chico asintió para levantarse. Una última mirada fue dada para caminar hacia la puerta. - Hyung! - llamo el chico antes de que Tae saliera. El chico se volteó, y lo miró fijo. Sus labios se movieron despacio, solo para que este entendiera, y Taehyung al ver lo que decía trago y pestañeo duro.

- Listo para morir? - guiño su ojo, y salió de donde se encontraba evitando lo que había dicho, pero sabiendo en que se metía.

Mañana saldrían estos de ahí. Y peligro por todos los lados se veía , se sentía, se olfateaba. Pero era la única manera de salvar a sus amigos, o eso pensó.

EUPHØRIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora