8.

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- Sere yo quien los mate... uno por uno -


El latido de su corazón era rápido pero ligero. Sus ojos miraban a todos los lados y su mente era inquieta. Se acordaba de lo que le había dicho a su amigo, su hermano. Pero aún así quería demostrar que era valiente y que podía solo. Estaba decidido a actuar a su edad, quería cumplir con la promesa que se hizo así mismo a pesar de no saber hacia donde se dirigía. Y así llamó a la única persona que sabía que lo ayudaría. Tendría que disculparse por el hecho de no haber hecho nada cuando el había pedido de su apoyo, pero lo haría.

- S...soy yo - hablo antes de que el chico en la otra línea le contestara. - Necesito tu ayuda y se que no estoy en posición para pedirla pero... - el chico en la otra línea rio un poco.
- Eres mi hermano, no importa lo que pase siempre estaré aquí para ti - se escuchaba movimiento en la otra línea. Pero Jin no quería preguntar, era como si buscaban algo perdido. Suspiro hondo y terminó de hablar. - Búscame aquí - el chico le paso la dirección y con un suspiro de alivio asintió sin ser visto. Colgó la llamada para memorizar lo que le habían dicho e ir al lugar indicado. Su capa cubría su rostro y al pasarle al público por el lado lo miraban extrañados. Su mente aún no dejaba de pensar en su amiga y como estaría en este momento. Si apresada, solitaria... muerta. Pero lo descubriría en un rato con ayuda de Hoseok.

POV de Taehyung

Llevaba horas intentando sacarle a Jungkook lo que Jin le había dicho pero no funcionaba. Algunas lágrimas le salían al recordarle lo que había pasado y este chico no lloraba a menos de que tocaran el tema que todos sabemos. Se sentaba en el piso mirando hacia la ventana y murmuraba una canción que cantaba cuando pequeño. No podía entender nada solo una frase que se me había quedado en la mente.

'Caught in a lie...' de que mentira estás hablando Jungkook?. Me sentía triste al no poder calmarlo. Angustiado por no poder hacer nada para el si el había hecho todo por mi. Este chico era todo para mi. Me senté a su lado y suspire sin decir las palabras que mis labios apretaban.

- Estoy bien Tae - hablo y me miró a los ojos.
- No mientas - hable y se sorprendió al recordase lo bien que lo conocía.
- Cuando entraste.. dijiste que tenías una pista - hablo rápido cambiando de tema. Vire mis ojos y saqué mi móvil. Asentí y le pase el cel.
- Tae... - hablo mirándome a los ojos. Se concentró en la foto y pensó y me volvió a mirar. Sus ojos se abrían a cada mili segundo y sus pupilas estaban dilatadas. - Este lugar lo conozco... Tae - Se paro de donde estaba y de su cajón saco su arma. La cargo y la colocó en la parte trasera de su pantalón, me miró con el ceño fruncido y luego habló.



- Se donde está  -

...

Había llegado a la destinación indicada. Su corazón palpitaba al ver al grafitti en las paredes. Era un apartamento. No mal hecho pero si viejo. Se acercó a la puerta de este y presionó el botón para rápidamente la puerta sonar y dejarlo pasar. Lo que no sabía era que una cámara lo vigilaba.

- 203A - habló al ver la puerta, seguía caminando y se acordó de lo que su amigo le había dicho. 'Es el número mas extraño del apartamento'. Esto no parecía un apartamento. Más como un apartahotel. Habían muchas puertas y el olor a marihuana entraba por tus narices dejando que fumaras sin tocarlo. Se escuchaban sonidos de personas teniendo relaciones sexuales, las paredes siendo golpeadas y de personas discutiendo. Intentaba evitar cualquier sonido pero se le hacía imposible al estar tan cerca de cada puerta.

Se acercó a la última puerta y leyó el número.
- 666Z - y rápidamente se dio cuenta que aquí estaba su amigo. No por el hecho de que del 203 saltaba al 666, pero porque era el número de Lucifer. Suspiro, por dentro asustado de que aquí no estuviera su amigo y lo asesinaran, pero puso su mano en la puerta y antes de darle vuelta a la manilla la abrieron por el.

Un chico alto con el pelaje azul se paraba frente a él. Sus ojos rasgados y media sonrisa. Era blanco como el papel pero se veía amigable.
- Tu... debes ser Jino - el chico frunció su ceño.
- Es Jin - hablo le miró a los ojos y vio que el chico tenía una cicatriz debajo de un ojo. Quince puntos contó. Como diablos puedes tener una cortada debajo tu ojo y estar vivo?!
- Si eso - rió el Chico parado en la puerta, se hizo al lado para que Jin pasara y grito espantandolo.

- Hope tu amigo está aquí! - cálmate Jin, pareces una gallina, pensó el chico. Camino hacia delante y recorrió todo con su mirada. Para ser raro el apartamento, su lugar estaba limpio, a pesar de haber cigarrillos gastados y no usados por todos los lados, el olor a perfume mezclado con alcohol, un condom posiblemente usado y la cocina llena de comida chatarra. El chico de pelo azul se sentó en el mueble y le hizo señas al chico para que se sentará frente a él.

- Quieres? - pregunto prendiendo su cigarrillo. Rápidamente Jin negó y miró hacia afuera intentando no verse nervioso pero el chico podía notarlo a leguas.
- Asi que eres el mejor amigo de... mi Hope? - pregunto mirándolo. El chico asintió sin decir nada más, no quería hablarle. Solo quería ver a Hoseok. Jin pensaba en el nombre que le había dicho desde que entró a la casa. Hope... Esperanza... nunca había escuchado eso y quería saber la razón por la cual este chico que nunca había visto se lo decía.
- Soy Eight - aseguró y estiró su mano para saludar. Y yo 10 pensó sarcástico pero al ver que el chico no reía supo que de verdad era su nombre. Jin se volteó y miró su mano para inspeccionarla pero luego la tomó  y dio un buen apretón.
- Mmm.. manos de hombre - dijo el chico inhalando de su cigarrillo. Jin le dio una sonrisa extraña al sentirse incómodo. - Y porque quieres a Hoseok ahora? - pregunto siendo incrédulo, sin pensarlo dos veces. Jin lo miró sin saber que decirle. Parece que Hoseok le había contado lo que había ocurrido.
- P...pues - el chico fue cortado por la voz de su amigo.
- Lo siento Jin... no le respondas a Eight puede ser muy celoso - hablo con una sonrisa y la cara de Jin cambio al no tener que contestar la pregunta que le acababan de hacer. Se levantó para abrazar a su amigo y disculparse otra vez. - Tranquilo SeokJin - apretó fuerte a su amigo y acarició su nuca al abrazarlo.
- Oye?! - hablo Eight haciendo que ambos chicos se apartaran. - Porque a mi no me abrazas así cuando me ves?! - se quejo celoso. Hoseok Se rio y desarreglo el pelo del chico para sentarse a su lado. - Porque eres un fastidio Eight - rio y el chico a su lado golpeó su hombro.

- Como están todos? - pregunto mirando a Jin, refiriéndose a Jungkook y a Taehyung.
- Como siempre - hablo seco acordándose de lo que acababa de pasar con Jungkook. Hoseok Se dio cuenta al instante pero prefirió dejarlo ahí.
- B..bueno - frunció el ceño el chico. - Tenemos un plan para entrar - hablo mirando a Jin y el chico asintió. - hoy - terminó.

POV de Yoongi

- Tengo todo preparado Nam - hable entrando hacia su oficina. - Me dijeron que pasaste por los inquilinos- hable mirándolo pero su mirada estaba fija en otro lugar. - RM - hable y el chico me miró.
- Estuve hablando con la mamá de Jimin - dijo, su ceño se frunció. Me acerque a él para sentarme más cerca y poder ver sus expresiones. - Dijo que quería ver a Jimin - continuó pero sus ojos no chocaban con los míos. Baje mi capa y lo observé atento.
- Me... amenazó - pude ver como trago duro. Fruncí mi ceño sin quitar mis ojos de los de su rostro. - Me amenazó con Jimin - negó con su cabeza riendo. - Y no la entiendo... si está amarrada sin comer, casi muerta, como coño tiene las ostias para amenazarme!?- estaba encabronado.
- Tranquilo Nam - hable y por primera vez me miró. - Te necesito tranquilo, ya se acercan nuestros enemigos - hable rapido ambos nos mirábamos profundos. Intentando descifrar. Asintió y se paró, pero antes de acercarse a la puerta me miró. - Es mejor asesinarla antes de asesinar a su hijo - habló saliendo por la puerta sin decir nada más. Una media sonrisa se posó en mis labios. Algo más tuvo que haberle dicho esa vieja para asustarlo y encabronarlo de esa manera. Pero no sabía que era, nada se me ocurría. Ni la mínima pizca para entender el estado de Namjoon. Pero sabía que la orden que me había dado tendría que hacerla. Y la haría. Mataría a la señora Jimin.






Frente a los ojos de su propio hijo...

EUPHØRIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora